LA GUERRA ENGENDRA GUERRA
Diversos observadores, entre ellos Henry Kissinger, advierten la urgencia de detener la guerra en Ucrania, entre otras cosas, por el riesgo de que la prolongación de los combates conduzca a una escalada y a la confrontación directa de Rusia con la OTAN, incluidos los Estados Unidos. El mayor peligro radica en que se abra un “segundo frente”, lo cual puede ocurrir por una provocación, incluso casualmente.
A pesar de la precisión de los misiles disparados por buques y aviones desde grandes distancias contra blancos en Ucrania empleo masivo de drones, alguno puede errar e impactar en un país de la OTAN fronterizo con Ucrania. Según el artículo 5 del Pacto de la organización belicista: “Una agresión a un aliado se considera un ataque a todos”.
Recientemente, con la excusa de cumplir con las sanciones de la Unión Europea contra Rusia, Lituania ha bloqueado el tráfico ferroviario y por carreteras desde Rusia hacia el enclave de Kaliningrado en el mar Báltico, un territorio ruso aislado con fronteras solo con Lituania y Polonia, ante lo cual Moscú ha emitido severas advertencias que, debido al significado estratégico del territorio, resultan creíbles.
El enclave de 200 km² y un millón de habitantes, que antes de llamarse Kaliningrado fue Könisberg, capital de Prusia Oriental, patria del filósofo Immanuel Kant, del afamado actor de Hollywood Yul Brynner y de Liudmila Putina, ex primera dama de Rusia, fue incorporado a la Unión Soviética en 1945 que así obtuvo un puerto que no se hiela en el mar Báltico. La solicitud soviética fue endosada por Roosevelt y Churchill.
Además de un puerto que no se hiela, el enclave es desde la época soviética un importante puesto militar que probablemente cuente con recursos nucleares y sistemas de defensa antiaérea avanzados. Desaparecida la Unión Soviética, cuando Rusia se aproximaba a occidente, en lugar de una frontera, Kaliningrado surgió como punto de encuentro, para ser ahora motivo de peligrosas desavenencias.
Uno de los problemas a resolver es que, al sumarse a la OTAN en 2002 Lituania, una ex república soviética, que alberga profundos sentimientos anti rusos, previendo conflictos de esta naturaleza, Moscú negoció el “Acuerdo de Kaliningrado” que garantiza el libre tránsito entre esa localidad y la Federación Rusa a través Lituania.
El entuerto, de difícil solución por vía diplomática actualiza el riesgo de que acciones políticos o militares puedan conllevar a la apertura de un “segundo frente” que añadiría leña al fuego y plantearía riesgos aún mayores que los actuales debido a que se trata de país que es parte de la OTAN y la Unión Europea, por lo cual cualquier acción militar o política puede tener repercusiones sobre el conflicto en curso. Los peligros son enormes. Allá nos vemos.