Rarezas se hacen ya costumbres en muchos lugares. Descubrimientos arqueológicos por todo el planeta, son unas de estas. Pero conjuntamente con esto acontecimientos, le siguen en importancia a la “creación”, tal como aquellos elementos de huesos y piedras con grabaciones de especies extinguidas por millones de años atrás.
Nunca se ha descubierto algo así como restos de un elefante rosado. El color es difícil lograrlo en estos restos históricos. Pero qué hay si lo fabricamos así en estos tiempos y después perdurarán por siglos y siglos como algo que se descubriría para entonces dentro de esos cientos de años.
En nuestro caso de esta joven área descubierta o construida hace solo algo más de un siglo, Miami, ya tenemos nuestros propios paquidermos de colores que quedarán como la marca de una etapa increíble pero cierta. Uno de estos ejemplares es el Estadio de Los Marlins, o Marlins´ Park, con techo retractable, lo que en días de lluvia, cierra y proporciona un enorme aire acondicionado para el disfrute de unos 35 mil fanáticos y el gran terreno de juego de beisbol, de lo que que aún andamos cubriendo los gastos de su polémica construcción de más de $ 550 millones en aquella época hace solo cinco años de su inauguración. Los fondos públicos fueron usados en un gran porcentaje y solo una pequeña parte fue del sector privado. Antes ahí había un estadio de futbol americano, el Orange Ball, que fue demolido para dar cabida a este otro de pelota con sus enormes espacios en edificios cerrados y abiertos de parqueos exclusivos y caros claro está.
Le sigue el otro paquidermo también rosado que es el Centro de Artes Escénicas, de Biscayne Blvd. que consta de dos enormes edificios, unidos por un gran puente peatonal y parqueos cinco estrellas – caros también – , en pleno Downtown de Miami, cuyo costo, de época fue de unos de $ 500 millones y cuyo uso es exclusivo para una clase social alta, ya que sus atributos acomodan una élite asidua al ballet, grandes recitales musicales y las operas, con tickets de entradas muy pero muy caros también.
Pues ahora nos llega la fresca noticia de que el multibillonario, asiduo al deporte del balón, las piernas, los cabezazos y la portería de net – el futbol soccer – David Beckham, ya concluyó su meta de adquirir los espacios en la Pequeña Habana, que abarcaba hasta numerosas viviendas de clase pobre, para construir el estadio de futbol, del que carece nuestra comunidad, muy cerca del actual de pelota.
Hasta ahora la bola es que será costeado por sector privado incluyendo algunos milloncitos de Beckham, pero vaya usted a saber cómo terminará la cosa que pudiera como siempre ser parecida a los demás elefantes rosados.
Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.










