A la prolongación
de nuestras madres.
No se puede pasar por alto un día aniversario como el de ayer, cuando en esa fecha en 1960 se funda lo que durará en la historia de Cuba, como la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que une como una sola y única organización donde se encuentran todas las mujeres de la isla. Nuestra patria debe ser por derecho propio la única nación del orbe que hoy puede enarbolar esa bandera de unión femenina.
La mujer cubana no es solo ama de casa, madre, hermana, esposa, amiga e hija, es mucho más es trabajadora por excelencia, militar, atrevida y fiel militante, maestra, piloto, dirigente – la mitad del parlamento lo componen mujeres, son inmensa mayoría en la atención a la salud y la educación y muchos otros atributos como ministros, ejecutivas, diplomáticas, internacionalistas, etc. – pero la mujer criolla es aún aquella que luchó en guerras viejas y recientes por lograr u mantener la soberanía y la independencia total en nuestra patria.
De esta humilde forma, recordamos, los miembros de la Alianza Martiana, el equipo de radio-miami.org y la Revista Réplica, seguros y unidos al clamor de todos los cubanos de la diáspora, donde quiera que estén, con gran respeto y admiración a nuestras mujeres cubanas, todas, en cualquier lugar de la tierra, jóvenes y mayores, débiles y fuertes, de cualquier raza, les felicitamos con nuestra consigna de mantenerse ¡ Adelante !, en sus días de fiesta nacional, con los mismos bríos de Mariana Grajales y Vilma Espín, por una Cuba cada vez más digna y mejor.
Obligada recomendación.
Hay cosas y hay cosas – valga la redundancia – las unas son vistas de una forma, sobre todo para lo cual se sucedieron a ex profeso o por causalidad. Otras las que son producto del ingenio y la voluntad popular ya sea individual o colectiva, al menos sí lo veo. Hoy les traigo un comentario del diario cubano Juventud Rebelde, que de seguro les logrará mucho interés.
Se trata de una entrevista lograda sobre un joven investigador y museólogo, Ernesto Aramís Álvarez Blanco, que dedicó años de su trabajo en realizar una biografía muy interesante y llena de dedicación sobre la vida y obra de quien fuera el primer embajador de Cuba ante Estados Unidos, al Coronel de Ejército Libertador, doctor Cosme de la Torriente y Peraza, quien falleció en 1956. Este hombre digno para su época fue entre otros, el protagonista principal para la devolución de la Isla de Pinos, a la república de Cuba, así como también se derogara la Ommiada Plat, apéndice injerencista de la seudo república yanqui que imperaba en la isla.
Don Cosme de la Torriente, autor del conocido libro Mi misión en Washington, fue también previamente el primer y único cubano presidente de la Liga de las Naciones, – hoy Organización de Naciones Unidas – presentando las mejores credenciales de un nuevo funcionario de alto nivel ante el gobierno yanqui de la vecina isla de Cuba.
El libro aun no ha salido y constará de dos tomos por lo extenso de su historia. Les mantendremos informados.
Reconocemos la colaboración para este comentario al amigo Virgilio Ponce y al periodista entrevistador de La Habana, Hugo García.
Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.
Sin opiniones en esta entrada. Deje la suya.