Asamblea Municipal de Santiago de Cuba.

Nuestra Revolución también marcó la historia.
Por: Lissy Rodríguez
Foto: MsC. Santiago Romero Chang 

Santiago de Cuba, Lunes 27 de Julio de 2015, CMKC, Radio Revolución.- Durante la Sesión Solemne de la Asamblea Municipal de Santiago de Cuba, Eusebio Leal, Historiador de La Habana, dedicó palabras de homenaje por los 500 años de fundada la villa y presentó el libro Raúl Castro, un hombre en Revolución,
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Al intervenir en la Asamblea Solemne, Eusebio Leal Spengler, Historiador de La Habana, dijo sobre el emotivo homenaje al líder histórico y al General de Ejército, que “cuando se llega a un momento de tensión que no puede ser superado lo mejor es el silencio, y llevarse uno en la memoria y en la retina de los ojos lo que vio o lo que escuchó alguna vez”.

Agradeció a la Asamblea Municipal de Santiago de Cuba por invitarlo y recordó cuando era todavía un adolescente y visitó la ciudad, y los distintos lugares de la historia que conoció, como el Cuartel Moncada, los antiguos cafetales de la Gran Piedra, y “el lugar de mayor emoción”: el cementerio de Santa Ifigenia.

Por eso ayer en la mañana mi primera acción fue ir a aquel camposanto”, y recorrerlo en silencio profundo, “descubierta la cabeza y el corazón”, para llegar ante las tumbas de los fundadores, expresó.

Así, según contó Leal, estuvo en el lugar donde descansan los restos del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes, Mariana Grajales, María Cabrales, Frank y Josué, excepto la tumba del Apóstol José Martí, “porque me pareció vanidad e indiscreción irrumpir en ella”; dijo, y rememoró los momentos trascendentales de la historia Patria, protagonizados por los santiagueros y santiagueras, y el pueblo cubano en general.

El Historiador de La Habana respondió a un periodista que apareció entre las tumbas, y le preguntó qué creía de los 500 años: “Puede ser uno, cinco o 500, cuando son inútiles, no es más que una arena perdida en el universo, cuando es una obra fecunda, cuando es una vida intensa, cuando es una obra y un gran legado, entonces queda en la memoria de los hombres”.

Mencionó además algunos acontecimientos que cambiaron el rumbo de la historia, como el descubrimiento de Cuba y el encuentro entre las dos culturas.

Los indios se levantaron, y aquellos aborígenes lucharon por décadas. Se equivocan los que han afirmado que su rebeldía concluyó con aquella llama prendida en Yara, cuando Hatuey fue encendido por su rebeldía en vida, delante de los testigos que escucharon sus desafiantes palabras. Desde entonces y hasta hoy se habla en el campo de Yara, de la Luz de Yara”, dijo.

Asimismo, recordó que fue el levantamiento del 10 de octubre el bautismo de fuego del pueblo cubano, “representado por aquel hombre de mármol, como fue llamado, que tuvo el valor de encabezar el movimiento”.

Al hacer referencia a su llegada al Oriente de Cuba, y su paso por El Jobabo, expresó que por razones administrativas la nación se vio necesitada de modernizar el sistema de gobierno, y que escuchó a Fidel exclamar: “Oriente no se ha dividido, se ha multiplicado”.

Por eso al Moncada vinieron de todas partes de Cuba un contingente formado y hermético”, y mencionó como ejemplo al doctor Mario Muñoz Monroy.

El también Maestro Mayor del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, expuso que cuando Martí murió en Dos Ríos, con 42 años, tenía la certeza de que su pensamiento volvería y resucitaría. “Él soñó con algo que era entonces casi imposible, la unidad hermética de la nación”, la cual nos daría la victoria frente a un ejército poderoso y batallador, pero que no pudo ver lograda.

A la unidad nacional alcanzada por Fidel, lo llamó “lo más precioso”, y dijo del líder histórico que el reconocimiento entregado es uno entre tantos que merece y merecerá. “La historia le recordará, hidalgo en todo tiempo, audaz y valeroso, no conminando nunca a nadie a hacer lo que él no pudo hacer, defensor teórico brillante de sus ideas, estudiante aplicado, noble y elegante caballero”.

Refirió asimismo que en la casa de Birán se siente todavía la voz del padre que sirvió a España por deber y a Cuba por amor, “y regresó a ella para fundar una estirpe de valientes”.

De Raúl, quien recibió en reconocimiento eterno de Santiago el árbol de la ceiba, dijo que siempre tenía opiniones propias y que fundó en el Segundo Frente la primera utopía de lo que debía ser más tarde la nación. “Tiene en sus manos el destino de nuestro país”, afirmó.

Leal apuntó que la batalla librada en Santiago en víspera de la conmemoración de la independencia de Estados Unidos el 3 de julio de 1898 varío definitivamente el rumbo de la historia.

¿Cómo fue posible que en la Gran Guerra surgieran de este pequeño pueblo (refiriéndose a El Cobre) ocho generales, que con 25 de Santiago formaron 33 generales del Ejército Libertador y mayores generales?”, se preguntó.

¿Cómo es posible imaginar el sitio final de Santiago sin Calixto, el hijo ilustre de Holguín? ¿Cómo olvidar que somos una patria grande?”

“A Santiago en este homenaje, en este día de júbilo y de historia, se le recuerda por sus músicos, se recuerda por sus artistas, por los cantos corales de Esteban Salas o de Electo Silva, se le recuerda por la obra admirable de sus artistas y poetas, como aquel que quizá dice Martí sembró en nosotros el sentimiento patrio, el grande José María Heredia”.

Las revoluciones son pocas, marcan la historia. La nuestra también marcó la historia”, señaló.

Hizo referencia además a momentos históricos como el Triunfo de la Revolución y la conversión de cuarteles en escuelas, y más recientemente, la presentación del libro Raúl Castro, un hombre en Revolución, al que llamó “un libro revelador”.

Además, contó anécdotas que revelan el profundo sentimiento de respeto y amor que siente Raúl por su hermano Fidel, “en quien reconoce al hermano y al líder”.

Leal mencionó también a otras figuras indispensables de Cuba y de Santiago, como el Comandante de la Revolución Guillermo García, a todos aquellos que entregaron la obra de su vida a la defensa de la Patria, y a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, “el sostén firme y el baluarte”, creación de Fidel y Raúl.

Asimismo, aludió a otros hechos recientes como la participación de la Isla en la Cumbre de las Américas, en Panamá; y el día que vimos izar la bandera cubana en Washington. “Se ha reconocido la existencia de la Revolución y el Estado”.

Es por eso que tranquilos hoy podemos estar celebrando el 500 aniversario de Santiago, podemos estar juntos bajo el techo que ampara el nombre glorioso del poeta de la bandera, de José María Heredia. Por eso podemos reunirnos y abrazarnos hermano, y llamarnos cubanos, y donde quiera que estemos los cubanos miraremos siempre desde el Occidente donde se pone, hacia el Oriente donde nace, como está en el antiguo escudo provincial, entre picos y montañas altas, la estrella luminosa de Cuba”, concluyó.