Traducido del más allá por Max Lesnik.
Disidencia turística
No existe en los anales de la historia de Cuba aún en los tiempos de liberales y conservadores que una oposición al gobierno de la isla se haya dado el gozo y placer convertido en costumbre rutinaria de ir y volver del extranjero- ¿ son acaso turistas?- como lo hace la llamada “Disidencia “cubana pagada muy generosamente por el gobierno norteamericano.
No hay día en que no veamos por los Canales de la televisión Cloaca de Miami a alguno que otro “Disidente”- hay veces que se presentan ante las cámaras en tríos o sextetos, muy elegantemente vestidos y bien comidos, con caras muy soleadas y rozagantes que más bien parecen andar gozando la papeleta de viajeros bien acomodados, que “sacrificados” perseguidos políticos como dicen ellos que son, por la acuñada “tiranía” de los hermanos Castro.
Yo no sé a quién pretenden engañar estos llamados “Disidentes” como no sea a ellos mismos o a los encargados de hacer los cheques con que un gobierno extranjero les paga por sus servicios de oposición fabricada.
Anoche mismo, repesando los Canales Cloacas de Miami vimos a uno de ellos explicando a la teleaudiencia, como se le persigue en Cuba con saña por las autoridades de la isla, hablando de las torturas y golpizas constantes de que él era objeto, lo que no impidió que en durante el año en curso al que todavía le quedan dos meses de vida, el perinclito “Disidente” de marras, haya viajado al extranjero cerca de una docena de veces, las más a Estados Unidos y a Europa con regreso a La Habana cargado de maletas bien apertrechadas con ropas de marca y un buen número de baratijas para comprar la buena voluntad de sus colegas de peripecias disidentes.
No viene al caso decir el nombre del personajillo a que hacemos referencia puesto que todos ellos son más o menos iguales, como cortados por la misma tijera. Forman parte de una nueva modalidad de hacer política de oposición. No les importa que el pueblo cubano no los tenga en cuenta, mientras haya unos cuantos tontos en Miami que les hagan coro, si con eso consiguen que siga en pie la subvención de 30 millones de dólares que el gobierno de Estados Unidos les tiene asignados todos los años para presentarlos ante el mundo como la sacrificada “oposición “ cubana.
“Disidencia” turística, habría que llamarla, puesto que lo que les importa es el cash.
Y hasta mañana jueves amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.