«Cuba, una vez más, vuelve a ser retada por una agresiva política imperial que pretende doblegarnos mediante mentiras y presiones económicas. Pero nuestra historia nos ha enseñado que, frente a estas embestidas, hay una respuesta invencible: la unidad»
Autor: GRANMA REDACION DIGITAL
Foto: Ismael Batista Ramírez
«Vivimos otra hora de cerrar filas», aseguró el miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido, Roberto Morales Ojeda, quien denunció que «no son pocas las manipulaciones mediáticas ni las tergiversaciones oportunistas que nuestros adversarios han intentado imponer a lo largo de estos años de Revolución. Su objetivo siempre ha sido claro: sembrar el caos, promover la violencia y fracturar la paz de nuestra Patria».
Morales Ojeda recalcó, en sus perfiles en redes sociales, que «hoy, como tantas otras veces, vuelven a intentarlo, aprovechando incluso las legítimas preocupaciones de nuestro pueblo ante medidas necesarias, como las recientemente anunciadas por Etecsa».
Alertó, además, sobre los riesgos que entraña la guerra mediática contra la Mayor de las Antillas. «En momentos como este –dijo–, no hay espacio para ingenuidades. La guerra mediática no es un juego; es un arma de desestabilización dirigida no solo contra nuestro sistema político, sino contra las verdaderas urgencias de nuestro pueblo, contra los lazos que nos unen como sociedad. Las fake news no buscan informar, sino confundir; no pretenden debatir, sino dividir», subrayó.
De igual modo, reiteró el incremento de las campañas subversivas y de las acciones para destruir la Revolución, aprovechando el complejo escenario que enfrenta el país.
«Cuba, una vez más, vuelve a ser retada por una agresiva política imperial que pretende doblegarnos mediante mentiras y presiones económicas. Pero nuestra historia nos ha enseñado que, frente a estas embestidas, hay una respuesta invencible: la unidad. Esa unidad consciente, crítica y revolucionaria que no se deja engañar, que defiende la verdad y que confía en la capacidad de su pueblo para resistir y vencer», concluyó.
Esa misma unidad será la que impida que las incitaciones a los jóvenes universitarios cubanos tengan el curso de violencia, desacato y ruptura con las instituciones a las que aspiran sus habituales promotores. Aunque, como de costumbre, los enemigos han aprovechado legítimas preocupaciones y disensos naturales en una sociedad, para llamar al desorden, y para opacar la valía de los espacios de diálogo, de análisis colectivo y de la escucha a las voces múltiples, la madurez de este pueblo y, sobre todo, de su juventud, nucleada en representativas organizaciones como la FEU, ha sabido poner el freno necesario y justo, para que el caos infundado no tenga puerta de entrada.