Cortar los lazos comerciales y diplomáticos con Cuba perjudicaría la economía estadounidense y amenazaría miles de empleos, según un informe divulgado el jueves.
Engage Cuba, un grupo en contra del embargo, calcula que revertir completamente el histórico acercamiento con Cuba del expresidente Barack Obama costaría a la economía $6,6 mil millones de dólares y afectaría a 12 295 empleos estadounidenses durante el primer mandato del presidente Trump.
“Nuestra nueva relación con Cuba ha producido resultados tangibles para empresas estadounidenses, ha creado empleos en Estados Unidos y ha fortalecido el creciente sector privado de Cuba”, dijo James Williams, presidente de Engage Cuba.
“Si el presidente Trump revirtiera nuestra política hacia Cuba, añadiría regulaciones gubernamentales que matan empleos en Estados Unidos. Esto entra directamente en conflicto con las promesas de campaña del presidente Trump de eliminar regulaciones onerosas y la burocracia en los negocios estadounidenses”.
El informe llega a medida que la Casa Blanca considera adoptar una línea más dura con Cuba, con una decisión que se espera en las próximas semanas acerca de cómo la nueva administración se acercará al gobierno comunista.
Trump está enfrentando una intensa presión de los cubanos de línea dura en el Congreso para reducir las políticas de Obama, pero hay divisiones en la administración acerca de qué hacer, según fuentes familiarizadas con el tema.
El gobierno de Obama llevó a cabo una serie de acciones regulatorias destinadas a aliviar las restricciones comerciales y de viajes con Cuba, las cuales han sido ampliamente populares en el seno de la comunidad empresarial estadounidense y entre un creciente número de legisladores republicanos.
Las embajadas en La Habana y Washington volvieron a abrirse y Estados Unidos retiraron a Cuba de una lista de estados patrocinadores del terror, mientras reanudaban el servicio aéreo comercial con la isla por primera vez en más de 50 años.
Una serie de empresas estadounidenses ya se han aprovechado de la nueva oportunidad con Cuba. Siete aerolíneas estadounidenses vuelan directamente a Cuba; AirBnb, Expedia y TripAdvisor ofrecen servicios en la isla; y los cuatro principales proveedores de telecomunicaciones de Estados Unidos ofrecen ahora en Cuba el servicio de roaming.
Los defensores del fin del embargo esperan incrementar la presión sobre la administración para que mantenga las regulaciones vigentes al destacar los beneficios económicos de un compromiso continuo con Cuba, refiriéndose a la plataforma de campaña de Trump en favor de los negocios.
El informe pronostica que las industrias manufacturera, turística, agrícola y marítima serían las más dañadas por una política de marcha atrás en Cuba.
Sólo el sector aéreo perdería cerca de $2 000 millones de dólares en ingresos y 4 000 empleos en cuatro años.
Los estados que serían los más golpeados por un retroceso en Cuba son aquellos con puertos de aguas profundas y aquellos cercanos a Cuba, incluyendo la Florida, Luisiana, Texas, Alabama, Georgia y Mississippi.
El análisis se basa en el supuesto de que todo el régimen regulador estadounidense hacia Cuba sería revertido, incluyendo viajes legalizados, remesas ampliadas y el fin de la política de “pies húmedos, pies secos” hacia los cubanos.
El memorándum está firmado por una serie de grupos empresariales y de viajes, entre ellos el Consejo de Negocios EE.UU.-Cuba de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la Sociedad Estadounidense de Agentes de Viajes y Cuba Educational Travel (Viajes Educativos a Cuba).
“Qué tristemente irónico y miope sería si, poco después de cantar las alabanzas de los líderes represivos de Rusia, Egipto, Turquía y Arabia Saudí, el presidente Trump volviera a una política fallida de 55 años de sanciones y ultimátum contra la diminuta Cuba”, dijo el senador Patrick Leahy (demócrata por Vermont) en un comunicado.
“En lugar de ceder ante la presión de una minoría menguante que está atrapada en el pasado, él debiera ir a Cuba y hablar directamente con el pueblo cubano en nombre de la abrumadora mayoría de estadounidenses que favorecen relaciones más estrechas”.
(Tomado de The Hill)
Traducción de Germán Piniella para Progreso Semanal.











