Los mal autocalificados “exiliados (¿?) cubanos”, que andan por todas partes, no son todos los que están ni están todos los que son, pero tienen algunos personajes muy curiosos. Los hay enfermos mentales, otros con un egocentrismo enfermizo. Convencidos de poseer la verdad absoluta, envidiosos, hablantines y habladores, analfabetas políticos, incultos, agoreros, degenerados autodidactas y hasta graduados en universidades cubanas de manera gratuita, groseros, violentos, abusadores de los medios de difusión, oportunistas, aprovechados, mentirosos, sin educación ni cultura, busca cámaras, todas estas “atribuciones” sin dejar de ser serviles, simuladores y a la vez algunos astutos y miserables.
Sus nombres son arto conocidos en algunos lugares. Unos en su cuadra donde habitan hasta llegar a algunos en todo un vecindario. En escasos casos, ciudades y otros muy, pero muy reducidos, los conocen en lugares importantes como el Capitolio Estatal o Nacional de EU y la Casa Blanca también. Claro que son mucho menos. Pero como son tan gritones que se hacen presencia. El ruido atrae atención aunque a veces sea solo por inercia.
Los hay también que se encuentran en otras naciones, sobreviviendo su resentimiento anti cubano. Como el caso del personaje de las letras impresas, Raúl Ramón Rivero Castañeda (Raúl Rivero) quien se graduó en la Prestigiosa Universidad de La Habana donde cursó estudios profesionales de manera gratuita.
Después y por iniciativa de la compra de conciencias del gobierno estadounidense, y a través del entonces representante diplomático en La Habana, James Carson (conocido por el Cabo Cason), se vira contra el pueblo cubano y en su vendetta comprada, cae preso por actividades contra el estado cubano. Cumple año y medio de los veinte a que fue sentenciado, bajo el amparo de la conocida Licencia Extrapenal por motivos de salud, creada entonces, donde y cuando se favorecieron varios enemigos de la Revolución.
Pues bien, este sujeto a quien se le deja viajar a España con toda su prole, se radica en ese país, a bridan el uso de su computadora, para sobrevivir en esa nación. Le pagan desde Estados Unidos por sus escritos desde allá en la pomposa y arrogante península Ibérica.
A cada rato nos lo encontramos con su caraza de beodo histórico, (sus records en Cuba lo avalan) en la prensa local, desbarrando contra la isla. Por cierto en este último publicado en el día de hoy, arremete a favor del “Exilio Histérico” de Miami, defendiéndolo de las críticas de todos los seres pensantes, no solo de Cuba sino del mundo entero, que conoce esta fauna cubanomiamense.
Al final de su comentario, como en otros escritos – en de su lado de un colega suyo – así termina y con letra inclinada se identifica al articulista, como pudiera ser asi: “Escritor y periodista” según su caso. Pero como por error o gazapo, el final del último párrafo concluye así, “…con una mezcla torpe de la filosofía callejera del bicho cubano”. Y aparte como coña de la sección anterior, se escribe: “Poeta y periodista cubano”, con la letra igual a la del escrito, en una confusa alusión a lo anterior expresado sobre el “bicho cubano”. Ahí se las dejo amigos para que hagan sus conclusiones.
Les habló “Desde Miami”, Roberto Solís.










