Traducido del Más Allá por Max Lesnik.
Ahí viene el Papa.
Como diciendo que “ a quien no quiere caldo, tres tazas”, después de la visita a La Habana del Secretario de Estado norteamericano John Kerry, ya los cubanos de la isla se preparan para recibir por todo lo alto a su Santidad el Papa Francisco, una vez restablecidas las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, un entendimiento diplomático en el cual intervino en gran medida el propio Obispo de Roma, gracias a quien se rompió el hielo entre Washington y La Habana después de más de medio siglo de confrontaciones y mutuas recriminaciones, matizadas en ocasiones por agresiones militares por parte de Estados Unidos como la de Bahía de Cochinos o acciones terroristas criminales, como el sabotaje de una nave de Cubana de Aviación que le costara la vida a todos los pasajeros a bordo.
Mientras el mundo saluda el entendimiento diplomático entre Cuba y su poderoso vecino del norte, aun a pesar de que hay un camino largo por recorrer para que esas relaciones sean del todo normales, los hay que se resisten a aceptar la realidad de los hechos, como es el caso de la extrema derecha cubana de Miami que arrastra en su ceguera política absurda a los candidatos presidenciales Republicanos del Estado de La Florida como Jeb Bush y Marco Rubio que se han declarado abiertamente en contra de las relaciones con Cuba llegando tan lejos como afirmar que de ser electos Presidentes de la nación cualquiera de ellos dos, echarían por tierra la política del Presidente Barack Obama para volver a los tiempos del Presidente Republicano George Bush que tanto daño le hizo a Cuba dividiendo a la familia cubana.
Insistimos en el tema porque aunque a todas luces los Republicanos están muy lejos de lograr obtener victoria en las urnas en las elecciones presidenciales de noviembre del año próximo, sin embargo en política todo es posible en un país como Estados Unidos donde apenas vota un poco más de la mitad del electorado o donde se hacen trampas en la manipulación de los votos como ocurriera en los comicios del año dos mil en que los Republicanos le robaran descaradamente la presidencia al candidato Demócrata Al Gore para entregársela en bandeja de plata al mismísimo hermano del entonces Gobernador de La Florida Jeb Bush, el verdadero autor de la infame trastada electorera.
Hay pues que no dar por victoria cantada que el camino es largo y estrecho. Se fue Kerry y ahora viene el Papa. Y después hasta es posible que también hasta Obama vaya a La Habana. Eso está bien por el bien de Cuba y los cubanos, valga la redundancia. Pero ojo, mucho ojo, que el Diablo anda suelto y nos puede jugar una mala pasada.
Y hasta mañana jueves amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
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