Como casi todos saben el contrabando humano tiene variantes singulares. En Cuba por ejemplo, es mandatorio 20 años de cárcel a cualquier contrabandista sorprendido y arrestado en el delito, si tienen armas de fuego la cosa sube a 30 y si hay muertes pues el castigo es de por vida, con la pena de muerte pendiente como la una espada de Damocles.
Recién hay un caso aquí en Miami, donde un tipo es sorprendido al traer mujeres de Cuba, con el anzuelo de que bailarían en un cabaret por cien dólares diarios y así devolvería $ 20 mil cada una poco a poco. La cosa resultó ser que los bailes eran en desnudo y debían compartir sexualmente con los clientes, entrando así en el perseguido mercado sexual Todo era prostitución dirigida por el chulo. Finalmente de pronto la deuda subió a $ 55 mil por cada cual. Este proxeneta es de los más caros que he oído en toda mi vida.
Al mismo tiempo Silvio “Jander” Morales, que así se llama el delincuente, les amenazaba con dañar a sus familiares en Cuba si se rebelaban o escapaban. A una de ellas que solo salió sin permiso y no trató de escapar, la llevó a los Everglades y la bajó de auto para lanzarla a los cocodrilos. Pero finalmente la joven salvó la vida bajo promesa de no repetir ese intento de fuga.
El seis de septiembre pasado, dos de ellas escaparon sin permiso y presentaron la denuncia de los hechos en ese mismo día. Morales fue arrestado esa noche y hoy es sentenciado a treinta años de cárcel. Todos esperamos que esto siente un precedente para los que se dedican aun a estas actividades. El ojo de la justicia esta vigilante y siempre hay delaciones.
Todo esto me recuerda en una visita que realicé de visita con un amigo a Cancún, México, donde comprobé que había un negocito de estos de traer supuestas bailarinas cubanas desde la isla y llevarlas a este negocio sexual. El promotor de estas actividades es uno de esos hijitos de papá y se encuentra gozando de su “exilio en Miami”, y hablando barbaridades de su patria, donde se incluye a su padre que fue un Héroe de la Revolución, ya fallecido. Realmente no sé si continua aquí en esta parte de sol y playas del Sur Floridano que nada tiene que envidiarle a Cancún, con el mismo trabajito que tenía en balneario mejicano.
La ley está haciendo como el pelotón: Preparen, apunte, y la orden de fuego se dirá cuando otros iguales sean sorprendidos.










