Traducido del Más  Allá por Max Lesnik.

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Mañana jueves  a las nueve  de la noche por  la cadena de televisión norteamericana Fox-News será trasmitido el  primer debate  entre los candidatos  a la presidencia  de Estados Unidos por  el Partido Republicano, en el que sin  duda uno de los diez contendientes, el excéntrico pelirrojo  multimillonario Donald Trump  será la estrella  del  espectáculo.

¿Razón para  ello?  Que Donald Trump dice abiertamente  lo que buena parte de los Republicanos piensan en privado y que los  otros candidatos   no se atreven a decir en público porque no  es “políticamente correcto” y los presentaría  como racistas  y anti-hispanos. Pero  a Donald Trump no le importan las consecuencias  y es por  esa  razón que es él y no los otros candidatos Republicanos el que  aparece en primer  lugar  en todas  las  encuestas dentro  de los  aspirantes presidenciales  Republicanos.

Lo más  probable  que en el debate  de  mañana jueves  en la  noche,  los nueve contendientes restantes  le  caigan  en pandilla  a Donald Trump,algo que de  suceder así, lejos  de  perjudicarlo, beneficiaría al  polémico multimillonario porque de esa manera  seguiría  siendo el centro  de atención entre  los Republicanos, dándole  más aire  a su campaña presidencial en la que el resto de los  aspirantes se irán quedando atrás sin posibilidad de alcanzarlo.

El otro escenario  es que Trump diga  en el  debate algún  disparate  tan descomunal que lo abandone  su suerte desinflándolo ante el público televidente,  como  un globo que estalla  al  pinchársele con un alfiler. Eso  también  puede suceder, aunque es lo menos probable ya que Donald Trump  es  de todos  ellos  el que  más  experiencia  tiene en el arte de moverse ante  las cámaras.

Si  como  es de esperar, todos  los  demás  participantes en el debate  le caen en pandilla a Donald Trump,   este será  el más beneficiado  de todos, mientras  tanto el  gran perdedor lo  será Jeb Bush que  de  primer  favorito  en el Partido Republicano pasará  a ser un simple figurante en la carrera por la presidencia   de Estados Unidos.

En tanto  Hillary Clinton y los Demócratas gozaran  del espectáculo de un Donald Trump  haciendo el  papel de un Gulliver en el  país  de los  enanitos. Ya lo  decía  Tres Patines: ¡Que cosa más grande, chico!

Y hasta mañana jueves amigos  de Duende que con  mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.