¡  Y todavía habla y escribe !

 

 

 

   En Cuba ha habido tipos, tipejos y personajillos tanto nacionales como extranjeros, que han atravesado el umbral del ridículo en su enfermizo  afán anti cubano. Sobre todo los que han estado al mando de misiones diplomáticas en la isla. Pero un caso de esos que no se pueden olvidar por mucho que se desee y que su recuerdo perdura por todo lo imbécil que fue su estancia en nuestra patria., fue el de James Cason. 

   Ese fue el “cabo” Cason, sí, aquel del que tanto se habló y se soportó, inclusive se hicieron mofas de dibujos animados con “la papa caliente” en sus manos cuando en una de sus artimañas, se la vio difícil.

   Hubo una época en que siendo Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana – hoy embajada – la nación se veía afectada por grupúsculos entrenados por esa sede diplomática. En total fueron algunos cientos los encartados por recibir dinero en efectivo, realizar reuniones conspirativas en la sede de US, jabitas con comidas y utensilios de higiene y del hogar, efectos electrónicos, como computadoras, radios portátiles, etc., además de participar en convites  de comelatas y festivas en casas de diplomáticos, incluyendo v otra simbólicamente en las elecciones estadounidenses, como actos de provocación hacia el resto de la población de la isla.

   Durante su estancia al frente de esa sede, Cason también  instaló una gran pantalla movible, en el último piso de su  edificio que emitía textos noticiosos  provocativos y ofensivos contra el gobierno y pueblo cubanos, además de adornar los exteriores del edificio con alegóricas fotos de “activistas” cubanos a sus servicios,  iluminadas también como celebrando las Navidades. Con estos gestos, este señor “diplomático”, se coronó como uno de los más anticubanos de los que habrían pasado pro esa gestión de E.U. en Cuba. Por su parte los cubanos instalaron una muralla de astas con banderas cubanas para evitar que esos mensajes provocativos los viera parte del pueblo habanero.

   Después de su regreso a su país natal, entre otras cosas fue alcalde la Ciudad de Coral Gables, posición que adquirió con unos pocos votos, ya que en esa contienda votó solo menos del  18 % de los inscritos para ejercer el derecho al voto,  y él sacó mayoría, así que  sería un 10 % de los electores que les interesó ponerlo en el cargo.

   Pero se preguntarán, ¿ a qué viene esto de Cason ahora…?. Pues se trata de que ese sujeto que ya  casi  se había olvidado por su insignificante figura, hoy desentierra sus huesitos para publicar una opinión en el libelo El Nuevo Herald, que nos gastamos y sufrimos como  prensa, para criticar la posición de la Comunidad Europea, en su renovada relación con Cuba y sus cubanos. Comprobamos que este manco mental, asombrosamente  aun puede hablar y escribir.

   De veras que este espacio dedicado al Cabo Cason – como se le conoció otrora  en figura caricaturesca en las tiras cómicas en sus peleas contra el patriota Elpidio Valdés y su caballo Palmiche – en el diario de marras, demuestra que además de ya no tener algo más interesante  que comentar, sigue se caída libre en picada, con comentarios como este. No olvidemos que en un´área de caso 5.5 millones de habitantes cuyo 68 % es de habla hispana solo se editan 40 mil ejmplares del El Nuevo Herrald. Es que no pueden   imprimir más.

   Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.  

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