El 16 agosto de 2007 estuve frente a la tumba de Eduardo Chibás en el Cementerio de Colon en la Habana Cuba, Gracias a Pensar la Historia en especial a Eliades Acosta y al Cartero Fogon ellos me han enviado este video de aquel momento.
Asistimos junto a Armando Hart, Pastorita Nuñez. Eliades Acosta, Reinaldo Taladrid, Luis Baez, mi hija Vivian Max y otros. Aquella jornada fue de recuerdo, a mi mente vino la presencia de Fidel el otro amigo de siempre desde mis años en la Universidad frente a la tumba de mi compañero y amigo Eduardo Chibás en las Palabras pronunciadas por el Comandante Fidel Castro Ruz, en el Cementerio de Colón, en la tumba de Eduardo Chibás, La Habana, 16 de enero de 1959
Fidel expresaba en los primeros minutos de discurso «Y así transcurrió aquella otra etapa, desde el 10 de marzo al 26 de julio, en que no pudimos volver a la tumba de Chibás, sino hasta dos años después, la nueva etapa en que no pudimos venir a la tumba de Eduardo Chibás hasta dos años después.
Hoy es como el resumen de toda aquella historia, la historia de la Revolución, la historia del 26 de julio, que tan íntimamente ligada está a la historia de esta tumba, que tan íntimamente ligada está al recuerdo de quien descansa en esta tumba, que tan íntimamente ligada está a la ideología, a los sentimientos y a la prédica de quien descansa en esta tumba, porque debo decir aquí que sin la prédica de Eduardo Chibás, que sin lo que Eduardo Chibás hizo, que sin el civismo y la rebeldía que despertó en la juventud cubana, el 26 de julio no hubiera sido posible.
Entre los jóvenes que seguían a Chibás se reclutaron principalmente nuestros combatientes. Si no hubiese existido aquella juventud, si no hubiese existido aquella prédica, si no se hubiese sembrado aquella semilla, el 26 de julio no hubiese sido posible. El 26 de julio fue, pues, la continuación de la obra de Chibás, el cultivo de la semilla que él sembró en nuestro pueblo. Sin Eduardo Chibás no hubiese sido posible la Revolución Cubana. Nos faltó su presencia física, todos le echamos de menos, todos no decíamos más que una frase: “Si Eduardo Chibás estuviera vivo, si Eduardo Chibás estuviera junto a su pueblo” y lo decíamos con amargura, lo decíamos como si hubiésemos perdido la esperanza y, sin embargo, Eduardo Chibás no nos había abandonado, Eduardo Chibás estaba con el pueblo, Eduardo Chibás estaba presente, su obra estaba latente en el pueblo, y sobre esa base se edificó la Revolución triunfante que hoy está en el poder».