Traducido del más allá por Max Lesnik.
La otra estafa al Medicare
Constantemente aparece en la prensa de Miami que un fulano de tal- por lo regular de origen cubano- está prófugo de la justicia norteamericana acusado por el delito de estafar al sistema federal de salud conocido como “Medicare”.
Son Individuos inescrupulosos que aún sin tener relación alguna con la ciencia médica, toman el camino fácil de montar una cliniquita de poca monta, en ocasiones alquilando un conveniente local en un centro comercial de la ciudad, desde donde le pasan cuentas falsas millonarias al sistema de salud del gobierno federal, facturas que cobran sin grandes dificultades, para con ese dinero darse una vida muelle de grandes magnates, comprado yates 50 pies de eslora, autos de marcas famosas como Lamborghini, Porsche y hasta Rolls-Royce, así como residencias faustuosas valoradas en cientos de miles de dólares, todo eso producto de sus trampas al vapuleado “ Medicare”. La mayoría de esos delincuentes de cuello duro escapan al extranjero- inclusive a Cuba- mientras que los menos han ido a parar con sus huesos a cárceles norteamericanas por unos pocos años.
Pero hay otra clase de estafa al Medicare de la que no se escribe ni se denuncia en los medios de comunicación porque sería como mencionar la soga en casa del ahorcado. Me refiero al uso y el abuso de las llamadas clínicas cubanas del sur de La Florida que se gastan cientos de miles de dólares todos los meses en propaganda masiva y repetitiva hasta el cansancio, a través de los Canales de la televisión Cloaca de Miami y en el diario “El Nuevo Herald en Español” pasándole la cuenta como “gastos de publicidad” al sistema de salud federal cuya función es la de proveer atención médica a la población y no la de subvencionar con dinero de los contribuyentes los medios de comunicación del sur de La Florida dedicados estos al lucrativo negocio de hacer propaganda sucia contra Cuba, Venezuela y los otros gobiernos progresistas de América Latina así como en favor de las causas anti-pueblo que propugnan en Estados Unidos los sectores más recalcitrantes de la extrema derecha cubana y la norteamericana.
Estas empresas medicas estafadoras del Medicare que reciben millones de dólares del sistema de salud de Estados Unidos para servicios a sus pacientes, en realidad malversan esos dineros para mantener en el aire con sus anuncios masivos, a esos Canales de la televisión Cloaca de Miami.
¿Se imaginan Uds. Que pasaría en la televisión de Miami si el gobierno federal tomara cartas en el asunto y prohibiera a las clínicas cubanas el gasto desmedido en publicidad que vienen empleando hasta ahora para beneficio de los Canales Cloacas del sur de La Florida?
Esta otra estafa al “Medicare” debiera también ser tomada en cuenta por el gobierno federal a la hora de poner fin al latrocinio que impera en el sistema de salud de Estados Unidos.
Unos pocos bandidos y estafadores del Medicare pagan todas las culpas mientras que otros de su misma calaña posan de honorables ciudadanos con sus estafas más sofisticadas al sistema de salud. El “inventor” de todo esto fue un cubano “vivo” que vive desde hace años en España, prófugo de la justicia de Estados Unidos por sus robos al Medicare. Se llama Miguel Recarey. Pero eso es otra historia que habrá que contar en su día, cuando arrecie la campaña presidencial norteamericana, si los Republicanos a fin de cuentas postulan a Jeb Bush como candidato a la Casa Blanca. Mientras tanto seguirá su curso esta cadena de estafas al Medicare. Que de cloaca a cloaca hay poca diferencia.
Y hasta mañana jueves amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.