Arsenio García Dávila
Nos llega la triste noticia del fallecimiento del combatiente comandante histórico, desde los inicios de insurrección del 26 de Julio, Arsenio García Dávila a la edad de 81 años. Cuando solo tenía 20 años de edad desembarca con los otros 81 expedicionarios del yate Granma, comandado por el máximo líder Fidel Castro Ruz, que recién habría zarpado desde Tuxpan, en Mexico rumbo al sur de Cuba, ese desembarco fue el primer día de la insurrección en la Sierra Maestra, donde Arsenio junto a Fidel y a otros combatientes, logran convocar un frente guerrillero que finalmente se convertiría en Ejercito Rebelde, el 2 de diciembre de 1956.
Antes fue fundador del Partido Ortodoxo, designado en la zona de la provincia Habana, Guines y sus alrededores. De esa obra creada por el líder Eduardo R. Chivas, de donde salen muchas filas de combatientes y guerrilleros junto con el líder máximo Fidel Castro también ex líder de ese Partido Político.
Ese año 1956 habría viajado a México para llevar los últimos fondos de $ 10 mil para terminar componiendo la tropa de desembarque en Las Coloradas en el Oriente Sur cubano en el Yate Granma. Arsenio García, ostentó sus grados de Comandante rápidamente por sus acciones y valor guerrillero, tanto en los montes como en las ciudades.
A comienzos de 1959, tuve el honor de estrechar su mano en varias ocasiones cuando entablamos alguna conversación en el Cotorro, de donde yo vivía y que él visitaba.
Fue fundador de la creación del Partido Comunista de Cuba perteneciendo a su Secretariado Nacional. Cumplió también diversa responsabilidades de alto nivel del Gobierno y el Consejo de Estado Cubanos.
Al fallecer deja una familia muy querida y muchos amigos y compañeros de la Revolución y el pueblo cubanos, para los que esta Alianza Martiana desde Miami, envía nuestras más sentidas condolencias.
Las falsas caridades.
Aquí se acostumbra a realizar actos de donaciones para gestos caritativos hacia los que menos o casi nada tienen por parte de los que si tienen sus bolsillos llenos. Esas agrupaciones suelen dar actos de recolecciones de fondos para distintos sectores de gente tan humilde, que no tienen donde vivir, pernoctan en las calles y carecen además del techo, de comida también para no morir de inanición.
Vemos las reuniones de gente de la alta sociedad, que concurren a grandes festines en lugares imposibles de creer que se usen para semejantes objetivos caritativos, donde las mujeres exhiben sus últimas galas y los caballeros a veces van hasta con trajes de etiqueta.
Se reúnen varios miles de dólares, pero lo que no se informa cuanto cuesta el salón, la comida, las fotos de sociedad y la música del evento, el cual no sale de los bolsillos de los asistentes sino del monto de las colectas para los pobres de esta tierra. ¿ Cuánto queda para esos infelices a los cuales el Estado debe proteger…?
Todos son como antes, cuando las damas cambiaban en centavos uno o dos pesos y a las puertas de las iglesias, los domingos cuando vestían sus mejores modas, se los lanzaban a los niños harapientos y otros pordioseros que rodeaban las entradas. ¡ Qué republica era aquella…!
Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.
