Me cuesta trabajo escribir cuando la muerte, eterna, inapelable e implacable nos arrebata a un amigo. Esta vez fue Tony Zamora. Lo conocimos cuando todavía muy joven, era estudiante de derecho en la Universidad de La Florida. Su hermano mayor había sido compañero nuestro en la Universidad de La Habana en aquellos tiempos revueltos de la Cuba de fines de los años cuarenta del pasado siglo XX.
Era para nosotros una amistad trasmitida, no por eso menos sólida y fraternal como la que sentíamos por su hermano mayor para quien tanto él como yo sentíamos el calor que irradiaba su serena e inteligente personalidad.
De Tony Zamora podríamos decir ante su muerte irreparable, que si tuvo grandes virtudes en vida la más preciada de ellas, fue su honestidad acrisolada la que siempre la puso por delante cuando se trataba de defender principios o la patria misma, aun cuando con el andar de los años admitiera que pudiera haberse equivocado en los métodos seguidos al tratar de hacer realidad la Cuba ideal que acariciaba en sus sueños.
De muy joven fue integrante de la Brigada 2506 que invadió a Cuba con el apoyo norteamericano el 17 d abril de 1961. Más tarde fue uno de los miembros de la Fundación Cubana-Americana de Mas Canosa que también perseguía los mismos fines aviesos contra Cuba, lo cual no significaba que hombres honestos como Tony Zamora estuvieran – aunque equivocados- integrando sus filas.
Su cambio de posición política con respecto a Cuba lo explica de manera sincera y simple en un libro autobiográfico escrito en inglés con el título “Lo que aprendí de Cuba yendo a Cuba”. C0mo otros tantos cubanos exilados en Estados Unidos y el resto del mundo, Tony Zamora fue de los que rectificando posiciones enderezó su camino a partir del desplome del Campo Socialista y a la desaparición de la Unión Soviética dedicando entonces sus mejores esfuerzos a buscar el dialogo útil con el gobierno cubano para encontrar soluciones entre cubanos a problemas nacionales que no son de la incumbencia de gobiernos extranjeros.
Hasta el último aliento de su vida Tony estuvo en primera fila defendiendo el sueño martiano de Cuba para los cubanos. Para su familia entrañable y para sus amigos de Cuba y de todas partes nuestro penúltimo saludo al gran compañero que fue en vida Tony Zamora.
Les habló par Réplica de Radio-Miami su director Max Lesnik.