El jurado de la historia comenzaba a brindar su fallo

   Hubo una mañana en el verano de 1,953, precisamente el Día de la Santa Ana y también el de los Abuelos y Abuelas. Un grupo de jóvenes leales a los legados Martí y Maceo, llevaba a cabo hechos que se venían preparando por mucho tiempo. El asalto a la fortaleza de la dictadura batistiana, el Cuartel Moncada en Santiago de Cuba y el Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo.

Hoy precisamente se llevó a cabo otra conmemoración de los hechos que en esa misma fecha abrirían las brandes avenidas para la libertad del pueblo cubano seis años después.

En la capital de la provincia del mismo nombre, Pinar del Rio, se celebró hoy ya  el aniversario 64 de aquella gesta insurreccional y revolucionaria. En la improvisada Plaza de de la Revolución Hermanos Cruz, se llenó de pueblo para escuchar las palabras del segundo secretario del Comité Central del PCC, José Ramón Machado Ventura, en horas tempranas de la mañana.

Ya han pasado 64 años de aquella acometida contra esos enclaves militares en aquellas tierras hospitalarias y revolucionarias siempre,  del oriente cubano. Todo se escribió con sangre imborrable para las generaciones futuras de Cuba.  En aquellos hechos que fracasaron por varios motivos, entre ellos el desconocimiento geográfico de la ciudad por muchos de los revolucionarios, quienes en su inmensa  mayoría eran de otros lugares tan alejados como Artemisa en Pinar del Rio entonces.   En el caso de Santiago que celebraba sus carnavales y se confundieron muchas calles para los rebeldes atacantes, que no conocían la ciudad. En total se contó con  135 físicos combatientes. En el caso de Bayamo, fueron solo 28 los dispuestos para la lucha, superados en número y armamentos por los esbirros. Allí solo se sufrió de un herido, los demás hasta once, fueron asesinados después del ataque.

En el combate del  Moncada solo hubo 6 muertos, por parte de los rebeldes. El factor sorpresa fracasa por azar de la vida, pero finalmente muchos fueron asesinados hasta llegar a horrorosa cifra de 55 dados a conocer a la prensa por la dictadura. Nunca se podrá olvidar la foto del combatiente José Luis Tazende, sentado en piso en un pasillo del Moncada, herido pero vivo, que después aparece en el mismo lugar acribillado a balazos, como en combate, en otra foto tomada por la misma prensa anterior. La dictadura informó que solo sufrieron unos cuantos heridos.

Jamás se olvidarán las palabras del líder Fidel Castro Ruz,  en el juicio en su contra, cuando en su auto defensa dijera: “No importa, condenadme,…la historia me absolverá” y cuando sentenció lo siguiente  también con palabras de aclaratoria acusación agrega: No se mató durante un minuto, una hora o un día entero, sino que en una semana completa, los golpes, las torturas, los lanzamientos de azotea y los disparos no cesaron un instante como instrumento de exterminio manejados por artesanos perfectos del crimen. El cuartel Moncada se convirtió en un taller de tortura y muerte, y unos hombres indignos convirtieron el uniforme militar en delantales de carniceros».

Así y no de otra, se forjó el acero para comenzar la lucha que culmina con el triunfo del movimiento y el pueblo que fue creado y titulado en 1,955: El M-26-7. Movimiento 26 de Julio, donde y cuando la verdadera historia llena sus espacios con apoyos de otras regiones del país, como la Cordillera del Escambray, en la entonces antigua provincia central de Las Villas y otros lugares, como las luchas clandestinas en las partes urbanas de la nación,  que asegurarían el triunfo rebelde del Primero de Enero de 1,959.

  ¡ Gloria y respeto eterno los mártires y héroes del 26 de julio de 1,953 !

   Les habló, “Desde Miami” para radio-miami.org, Roberto Solís Ávila.

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