La lección de Alan Gross
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La noticia de que el ex preso político norteamericano Alan Gross quiere ir de visita a La Habana en viaje de buena voluntad para
abogar por unas mejores relaciones entre Cuba y Estados Unidos, ha dejado un tanto desconcertados a aquellos trasnochados en Miami que todavía viven
en tiempos de la “guerra fría”, aferrados a la política fracasada anti-cubana que propugnan los fantoches Republicanos Marco Rubio, Iliana Ross, Díaz Balart y compañía. Y el que se me olvidaba, el Demócrata descolorido Bob Menéndez y que como el ratoncito del cuento
, por goloso cayó en la hoya y en la perdición.
Vale señalar que la salida de Alan Gross de una prisión cubana- cumplía su sentencia condenado por el delito de espionaje en un hospital militar- abrió el camino para la libertad de los cinco cubanos antiterroristas así como sirvió de base para
que el Presidente Barack Obama tomara la decisión de restablecer relaciones diplomáticas de su país con Cuba.
Pues bien ese mismo norteamericano que antes fue a Cuba en misión secreta nada amistosa, ahora se dispone a visitar La Habana en gesto de buena voluntad para demostrar su apoyo a una organización no gubernamental de Estados Unidos que aboga por mas viajes de norteamericanos a la isla para que conozcan por sus propios ojos la realidad cubana.
Ya antes Alan Gross había testificado ante el Congreso de Estados Unidos en favor de las relaciones diplomáticas de su país con Cuba a lo que ahora se suma su militancia activa en favor del levantamiento del Bloqueo a la isla con su participación en una organización de cabildeo bipartidista conformada por Republicanos y Demócratas que están dispuestos a apoyar a candidatos políticos que estén en favor de normalizar las relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba.
Alan Gross se va a La Habana esta vez en viaje de amistad y buena voluntad mientras en Miami todavía hay cubanos rumiando con odio el regreso imposible a una política absurda de confrontación fracasada por más de medio siglo de triste historia.
Buena lección la del norteamericano Alan Gross. Bienvenido su gesto de buena voluntad. Digo yo.
Y hasta mañana martes amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambaramba