No cabe otra palabra más precisa que “fracaso” cuando vemos en la distancia como la oposición venezolana apostó todas sus fichas a que con una “Huelga general” desalojaría del poder al Presidente Nicolás Maduro de acuerdo a los planes trazados por los eternos enemigos de la Revolución Bolivariana. Fueron a la “Huelga” y perdieron por mucho que ellos digan todo lo contrario.
Primero realizaron su “Plebiscito” y también fracasaron en ese empeño porque nada más lejos de la verdad de que el pueblo participó masivamente en ese evento electoral fraudulento en el que según ellos más de siete millones de venezolanos depositaron sus votos a favor de la oposición, porque si eso fuera cierto no habría razón para que una vez concluida la votación se le diera candela a las boletas sufragadas ,como para no dejar prueba del gigantesco fraude cometido por ellos en nombre de la socorrida “Democracia» y la mal entendida “Libertad”.
Claro que si nos informamos de los acontecimientos venezolanos a través de medios de comunicación como El Nuevo Herald en Español, el diario ”El País “de España, del programa de Patricia Janiot en la Cadena CNN o los Canales Cloacas de la televisión de Miami el gobierno del Presidente Maduro está en sus últimas y por supuesto ni llega al proceso electoral convocado para elegir la Asamblea Constituyente convocada para el día 30 de este mes de Julio, que de celebrase con éxito como los venezolanos sensatos esperan, será el punto final de esta crisis institucional orquestada por una oposición irresponsable y golpista manejada desde Washington y la extrema derecha de Miami.
No es difícil colegir que la política desarrollada por la oposición venezolana encaminada a la desestabilización del país lo que busca en medio del caos desatado por ellos es que se produzca un Golpe de Estado que liquide de una sablazo castrense a la Revolución Bolivariana.
Ya una vez apostaron al Golpe de Estado contra el Presidente Chávez y al final perdieron la partida. De la derrota inicial Chávez salió victorioso y más fortalecido. Ahora están de nuevo jugando con fuego sin darse cuenta de que dentro de las fuerzas armadas venezolanas hay muchos otros ”Chávez” de profundas convicciones revolucionarias.
La suerte está echada. La Constituyente va en Venezuela. Es mejor que la oposición no siga alentando con el caos un Golpe de Estado porque si sueñan un Pinochet se pueden despertar con otro Hugo Chávez. Es que no se puede bailar en la casa del trompo.
Les habló para Réplica de Radio-Miami su director Max Lesnik.











