La llamada telefónica hecha desde Miami a un hotel de la capital cubana diciendo que en dicho inmueble, estaba a punto de estallar una poderosa bomba terrorista, trae malos recuerdos al pueblo cubano.
Todavía está fresca en la memoria de los cubanos la ola de artefactos explosivos que estallaron en hoteles de la isla en la que una de sus victimas mortales fue un joven turista italiano que disfrutaba de unas alegres vacaciones en un hotel de la zona habanera de Miramar.
El autor intelectual de aquel siniestro plan terrorista había sido el entonces Presidente de la Fundación Cubana- Norteamericana Jorge Más Canosa, utilizando los servicios mercenarios del tristemente célebre- por sus actos criminales- Luis Posada Carriles.
Todo comenzó precedido por truculentas y amenazadoras llamadas telefónicas. Después se materializaron las bombas.
Tal parece que la extrema derecha cubana de Miami, ante el fracaso rotundo de sus recientes planes subversivos tratando de provocar violencias callejeras en pueblos y ciudades de la isla, derrotada e impotente, anda buscando en el terrorismo su último recurso desesperado, en su afán de odio y venganza contra el pueblo cubano.
Las autoridades federales de Estados Unidos tienen los recursos tecnológicos para identificar el origen de cualquier llamada telefónica que se produzca en el territorio norteamericano con mensajes ilegales relacionadas con actos de violencia terrorista.
No tomar acción contra esas amenazas terroristas contra Cuba, equivale a una culpable complicidad.
! La Casa Blanca tiene la palabra!