EL ARTE DE BUSCARSE ENEMIGOS DESPRECIABLES
Por: Max Lesnik
El hombre publico por mucho que quiera evitarlo siempre se ganará enemigos, y puesto que existe la “Envidia” y la innoble “ Ambición” humana, habrá algunos que llevados por esos defectos innatos a los seres vivientes, y pensando que tú eres igual a ellos, tratarán de rivalizar contigo, y llevados por el camino del odio se convertirán en tus más recalcitrantes enemigos.
Y puesto que es inevitable tener enemigos, toca a ti procurar que estos no sean ni buenas personas ni muy inteligentes, de manera que quienes andan en busca de quien los dirija vean que tú tienes superiores cualidades morales y mucha más capacidad intelectual que esos que te disputan liderazgo.
Ahí es donde tienes que probar que vales más que tu enemigos y que posees condiciones superiores para llevar adelante los planes en favor de la justa causa que defiendes en beneficio de la comunidad a que perteneces.
Así las cosas, ni la ambición ni la envidia de tus enemigos podrán lograr la victoria en contra tuya, porque cegados por el odio que te tienen más su falta de historia, cultura y talento, quedará demostrado ante los más, que son ellos los que merecen morder el polvo de la derrota.
Nunca te busques enemigos honestos e inteligentes. A esos procura ganártelos para tu causa. Que sean todos tus enemigos personas de pocos méritos o que estos sean mucho menos que los tuyos. Y mientras sean más brutos mejor, porque así las cosas serán más fáciles para todos, a la hora de tomar partido.
Es imposible para un hombre publico no tener enemigos. Y ya que eso es del todo inevitable, se ha de procurar que estos sean tan despreciables que la elección siempre estará de parte tuya.
Entre las artes hay una que debe interesar más al hombre publico. Esta la que te conduce a la victoria y al éxito: Procura que tus enemigos sean todos despreciables.