El acta de “desajuste” cubano
Mucho pero mucho se ha comentado, escrito y dado al público por medios visuales, sobre este engendro diabólico creado por El Acta de Ajuste Cubano (Cuban Adjustment Act) creada en 1966 para dar una condición de privilegiados a los cubanos que desean y de hecho lo realizan, quedarse a vivir en Estados Unidos sin que medien los requisitos y formularios existentes para este logro como sucede con el resto de los otros seres humanos de mundo entero. Los cuales conocen de estas cosa y las repudian hasta llegar a lo personal.
Claro que cuando este engendro de la maldad y de la provocación para recibir por cualquier vía a los que se “fugan de Cuba” buscando mejores horizontes, fueron en periodos en que aún se pensaba y preparaban agresiones a la patria de Martí que se soñaba en una caída estrepitosa de un régimen que habían logrado subsistir a sangre, sudor y lágrimas al sitio victorioso que combatía la potencia más grande de la tierra.
Esta Acta infame llega a crear una mística para una emigración en cadena después de los hechos de Camarioca en 1965 donde se fueron unos cuantos miles de emigrantes recogidos por familiares del cercano norte., Después el hecho se repite tras una provocación en las puertas de una embajada de la República del Perú, en la barriada de Miramar, que se negó a entregar a las autoridades cubanas los delincuentes que con un ómnibus robado, penetraron con violencia en la sede diplomática a la fuerza y que provocaron quizás por un mal azar de la vida, que uno de dos custodios militares cubanos al dar el alto a vehículo que rompió la cerca para entrar a la fuerza, pereciera en ese incidente,
La solicitud oficial del Gobierno Revolucionario a la cede peruana no es hizo esperar pero la devolución de los provocadores delincuentes fue denegada a lo que la autoridad cubana retira la custodia militar a esa enclave diplomática y como resultado en breves horas unos miles de cubanos entraron por la libre en los predios pidiendo asilo político. Se cree que llegaron a ocupar ese edificio y terrenos del lugar unos 10,000 personas en solo un día.
Todo resto da una panorámica que ante la presión de operaciones extranjeras manipulantes en Cuba siempre vendría la contundente respuesta de una Cuba soberana.
La situación de hacinamiento se hacía insostenible y si no hubiera sido por la ayuda en la atención a la salud pública y los alimentos suministrados por el gobierno cubano, nunca se sabría cuánto daño se hubiera causado por ese acto de total irresponsabilidad de los peruanos al no devolver a los delincuentes desde su inicio.
Después una caravana de varias embarcaciones procedentes del Sur de Estados Unidos, principalmente de Miami, solicitan sacar a los “huéspedes” de la Embajada de Perú y fueron plenamente complacidos de inicio provocando que durante breces meses se extendiera y se aumentaran a más de cien mil los reclamados por los tripulantes de las múltiples embarcaciones que a diario arribaban a puerto de Marial, que nada tuvieron que ver con los invasores de la Embajada. Eran gente de pueblo a los que se les permitió irse con sus reclamantes que acudieron a buscarlos en botes de Florida.
La etapa fea y hasta dolorosa de esos meses, fueron los acto de repudio de parte de la población secundad y autorizadas por los uniformados que nada hacían para impedir esos hechos de lanzarle gritos y ofensas, huevos, viandas, piedras, palos, pintoretear las fachadas de sus viviendas a los que se le consideraban la “escoria y apátridas” de la sociedad. Coincidencia mente y por ironía de la vida, fue la andanada de cubanos más educados y sensibles y que más rápido que tarde dejaron a un lado como un accidente en sus vidas, lo ocurrido y en su inmensa mayoría se unieron a las fuerzas vivas que ya existían en esta área, para aumentar y hacer mayor cualitativamente la fuerza para el logro de que mucho que lo de hoy, después del 17 diciembre del pasado año, se ha logrado entre ambas naciones.
Tampoco podemos olvidar la camada de balseros de los 94 y 95 que en cantidades de unos 30,000 fueron retenidos en la ilegal base ocupada de Guantánamo y posteriormente, trasladados a Estadios Unidos, estos como por marielitos, sentaron el antes y después de una emigración cuyo poder ya opaca a los vejetes del viejo conocido como el decadente “exilio histérico”.
Hoy el señor periodista Wilfredo Cancio isla, arremete una vez más con una retahíla de cifras para lograr hacer ver el lado malo de las cosas y olvida a ex profeso las estadísticas de los nuevos arribos de cubanos de manera de visita y de la frecuente cantidad de turistas amantes de Cuba para lograr regresar cargaditos de bultos y plata al año y un día haberse acogido a la inmoral y asesina Acta de Ajuste Cubano, que tanto luto a creado en al Estrecho de Florida, y que al parecer le queda poco en la mesa de negociaciones.
Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.
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