Cuando el infortunio se enseñorea hay que invocar a nuestros dioses, por Soledad Cruz *

María Soledad Cruz Guerra. Periodista, ensayista y escritora cubana. Reportera y comentarista, Conductora y comentaristaHa sido embajadora de Cuba ante la UNESCO desde agosto de 1994 hasta diciembre de 2001PINCHE AQUI EN ECURRED
Cuando el infortunio se enseñorea hay que invocar a nuestros dioses emancipadores, pero no para pedir ayuda, esa contribución ya está dada por sus ejemplos de tenacidad ante las más cruentas adversidades y sus certezas de que encabezando los sacrificios se alienta a la tropa a no desmayar por mucha fuerza que parezca tener el enemigo.
Cuando Cuba es atacada con tanta saña, hasta por los que debían agradecer lo mucho que ha hecho, y ahora pretenden negar, por sus gentes y los pobres de la tierra, cuando en un momento aciago hasta algunos que presumen de ilustrados se vuelven cómplices de los poderes hegemónicos sin percatarse de que sus egos son tan dañinos como la burocracia que con razón critican, Maceo y el Che deben ser invocados con las más exigentes plegarias a favor de que sus ideas marquen el impetu por el diario cumplimiento del deber de cada cual para evitar que sea anegado en sangre el suelo patrio ante el empuje de quienes ocasionan los mayores males bajo las alas del aguila imperial y luego culpabilizan a las victimas. Y de los que desde sus zonas de confort no sudan la búsqueda de soluciones. Y los que pretenden, en nombre de su libertad, dañar la soberanía indispensable para que la nación pueda trascender sus retos continuos, como esa nueva catástrofe ocurrida en el oriente del pais.
Maceo y Che, como tantos otros paradigmaticos luchadores, no son sólo memoria heroica, deben ser compañeros cotidianos del accionar contra todo lo que impide alcanzar ese pais mejor que necesitamos y ellos como nosotros soñaron.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *