Traducido del más allá por Max Lesnik
Muchos lectores y oyentes de El Duende se deben estar preguntando como se mantienen en el aire los Canales Cloacas del sur de La Florida, pagando sueldos fabulosos a sus presentadores, artistas y periodistas, cuando en realidad sus anunciantes son pocos y de poca monta, como se puede comprobar haciendo un rápido recorrido por el dial de la televisión de Miami.
La respuesta salta a la vista. Salvo alguno que otro anuncio de ventas de automóviles, o de un supermercado local de Miami, o una tienda de colchones, el grueso de la publicidad que vemos en los Canales Cloacas es de empresas dedicadas al giro de la medicina, los lucrativos HMO o “clínicas de salud” que en Miami pululan como la verdolaga.
Estas empresas de servicios médicos que operan en Miami, reciben millones de dólares del gobierno federal para dar servicios gratuitos a las personas mayores de 65 años de edad que reciben beneficios del programa del Medicare.
Lo que resulta absurdo e incompresible es que el dinero, del gobierno federal destinado al sistema de salud, proveniente de los impuestos que pagan los ciudadanos al “Servicio de Rentas e Impuestos”, sea malversado de manera tan licenciosa y escandalosa haciendo derroches publicitarios millonarios en los canales de la televisión Cloaca de Miami, que a fin de cuentas no es otra cosa que un gasto innecesario tomado del presupuesto de la salud para mantener en el aire unas empresas de televisión “basura, que de no ser por la publicidad de los HMO que paga el gobierno federal ya hace rato que hubieran tenido que colgar el guante y apagar su señal.
Debiera haber una regulación federal, que limitara los gastos en publicidad innecesaria para las empresas HMO, que son las que en definitiva están subvencionado a los Canales Cloacas de Miami, no para trasmitir educación y cultura, sino propaganda sucia extremista de derecha, para envenenar la paz de la comunidad hispana del sur de La Florida.
Como quiera que también El Duende paga impuestos al gobierno federal, mi derecho tengo a protestar por el mal uso que se hace con mi dinero a través del sistema de salud. Los malversadores debieran ir a la cárcel. ¿Por qué no? Digo yo.
Y hasta mañana martes amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.










