Cuando la vida nos sorprende con algún obstáculo en el camino, a veces no sabemos cómo responder adecuadamente. Volví a recaer en cuanto a mi salud y estuve ausente  de la web  otro tiempo, corto esta vez, pero ya estamos de nuevo tecleando en la computadora.

¿ Borrón y cuenta nueva ?

Durante más de media decena de décadas Cuba ha experimentado cuanto desafío es posible siquiera imaginar llevado a la práctica. El poderoso impero del norte “revuelto y brutal” ha saciado sus ansias de poder contra todo  un pueblo, llevándolo a los límites de la desesperación, aunque esta nación ha sabido aguantar y responder en consecuencias por todo ese tiempo y las inhumanas provocaciones.

De pronto como salido de una conclusión inesperada de una trama policiaca o de suspenso, se logra obtener los resultados de mucho tiempo de trabajo entre las dos naciones para mejorar esas tirantes relaciones canceladas unilateralmente durante más de medio siglo. Los hechos son informados al mundo aquel memorable 17 de diciembre del pasado años 2014. En esos años pasados Cuba ha sufrido de muchos embates y como una eterna guerra fría, no se ha dejado desgastar hasta el fin aunque los daños han sido incalculables, por el engendro más terrible que ojos humanos hayan visto: El bloqueo comercial, financiero e inhumano que aún con su fuerza más,  nunca pudo doblegar a ese valiente e inteligente pueblo cubano.

Pero volviendo a los resultados de buena voluntad de ambos gobiernos, se restauran  las nuevas embajadas en ambas capitales y se comienza un nuevo giro en las políticas a seguir para ambos pueblos, pero principalmente del criollo, que es quien más se pudiera beneficiar de este nuevo derrotero que marca el antes y después.

Las conversaciones y las directivas anunciadas y “llevadas a efecto” (¿?) por la mano del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y acogidas por la dirección cubana como un gesto de buenos deseos, son de cada cual un nuevo impulso a dejar atrás lo viejo que no ha funcionado en derrotar la Revolución Cubana, pese a haberle  infringido muchos certeros golpes.

Entre las directivas tomadas por  la administración de Obama, se encuentran algunas que no necesitaron la intervención de Congreso, como lo son el mejoramiento de los viajes y remesas, donde se incluyen los nacionales estadounidenses, así como ciertas aperturas en cuanto a algún comerció y permitir el oteo de grandes empresas en cuanto a sus intereses de “entrar” en Cuba, desde ya, aunque no se pueda en toda la extensión de la palabra.

La banca es un instrumento que se hace imperativo resolver para estos fines, unos ya existente otros donde se aumentan o expanden las operaciones y esto es aprobado por el presidente que logra que bancos estadounidenses operen con bancos cubanos en sus operaciones financieras,  aun  reducidos a viajes y algún escaso comercio.

Pero al parecer las directivas del mandatario no han sido obedecidas por entidades bancarias, que deben asumir éstas de acuerdo a las necesidades de cada operación entre ambas naciones o empresas dedicadas a estos menesteres, sobre todo los viajes aéreos  contantemente en aumento considerable. Ahora resulta que esos bancos no están actuando con la eficiencia que se requiere, demorando sin justificación alguna, las operaciones de envíos de pagos a Cuba de acuerdo a las leyes vigentes compartidas hasta hoy por ambas partes, desde hace mucho tiempo.

Vuelos retrasados o cancelados por falta de liquidez con el consiguiente mal estar de los viajeros y los operadores comerciales de líneas de viajes (más de 35 semanales), han sido el resultado de estas operaciones,  las cuales ya algunos “eruditos” se han dedicado a especular que pudieran ser actos de sabotajes financieros para bombardear las directivas del presidente de Estados Unidos.

Todo esto sumado a que aun se continúan multando a bancos internacionales por negociar con Cuba, en muchos  millones de dólares, hace que “la cosa” no se acabe de entender nada bien. Todos pensamos que habría borrón y cuenta nueva, pero lamentablemente no ha sido así. Se han desobedecido directrices presidenciales y esto no se concibe en un gobierno que se las da de súper organizado y “democrático”, donde el imperio de la justicia estría más que probado sobre todo en el caso de Cuba después del 17 de diciembre y tras el izado de las respectivas  banderas en ambas embajadas.

Todo esto nos recuerda cuando el terrorismo político agredió a Cuba con sabotajes de explosivos en 1997, con saldos de daños materiales y muerte en centros de atracción turística,  para tratar de dañar la imagen al visitante internacional. ¿Podría tratarse de algo similar para obstaculizar las directivas presidenciales y a la vez hacer daño a los viajes a Cuba? Ahí se las dejo a su imaginación.

Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.