Una nueva compañía sobre informaciones sobre seguros de vehículos, sorprende con sus informaciones. Se trata de un sitio en la web conocido por Ever Quote que le brinda todo género de ventajas como asegurado al poseer y conducir un vehículo.
Por solo citar un ejemplo, los nacidos entre 1,936 y 1,966 – con una edad de entre 50 y 80 años – están comprendidos entre los conductores que menos multas o violaciones han tenido (hasta el 75 % menos que los demás) y por ello se puede hacer rebajar sus tarifas desde un – 20 % o llevar los precios, por eje4mplo, desde unos $ 837 a hasta $ 174, como costo total de seguro por un periodo de tiempo regulado de seis meses o un año indistintamente.
La información a brindar es solo Código Postal, alguna otro dato de su record como conductor y de ahí en lo adelante se les brindará una cantidad innumerable de ofertas a escoger y los agentes locales disponibles. Ahí se las dejo amigos dueños y choferes.
Hay que aprender a defenderse en la vida…
Hoy al estar tomando café en una cafetería, escuchaba un par de personas hablando sobre un accidente que evitó salir un vuelo de AA, en Chicago, en un Boeing 767, por un pequeño fuego originado en la nave. Se trata de que un pasajero, Scott Backer, de 47 años, está presentando demandas económicas a la compañía por valor de $ 75 mil, según los datos que busqué después en la Internet para verificar el comentario. El individuo, según lo que oí, pide indemnización por daños físicos, psicológicos, pérdida de tiempo de empleo, dolor y sufrimiento y futura aflicción, porque la compañía no brindó deficiente seguridad supervisada antes del vuelo.
Uno le comenta al otro interlocutor: “El tipo ese es un descarado…mira que la gente inventa para buscar plata…”. A lo que el amigo le responde: “No, mi socio, lo que hay que hacer es aprender a defenderse en la vida… recuerda que estamos en la Yuma y no en Cuba…”
Las confusiones verbales y escritas a lo Made in USA.
Estados Unidos, se conoce como la potencia más grande del planeta. Así las cosas, aún hay algunas cositas que le impiden competir con otras naciones en cuanto al uso de cifras, verbales o escritas. En este caso se trata del concepto “billón”. En casi todo el mundo esa cifra dicha así de simple es un millón de millones. No así y únicamente para los estadounidenses, quienes entre sus reglas desde la elemental aritmética hasta los más sofisticados medidores actuales, un billón es solo mil millones. La diferencia con el resto del mundo es muy sustancial, sobre todo cuando se pluralizan las cifras.
Cuando se dice en cualquier pública intervención verbal, los que escuchan solo se imaginan lo grande o menor de la cantidad, dependiendo de sus costumbres educativas y países de origen. Solo cuando se lee escrito es cuando sabremos siempre el verdadero volumen de las cantidades a razonar.
Hoy me reforzó el razonamiento cuando leí en un dato de una nota de la AP, donde se habla del aumento gradual de la Tasa de Interés. La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellin, ante un gran cartel informativo de la Deuda Nacional Corriente de Estados Unidos.
La cantidad es en dólares ($ 19,908,818,095,893). Para nosotros los que un billón es un millón de millones, esto sería diez y nueve billones, novecientos ocho mil millones, etc. No entraremos en comentar el volumen de la cifra en sí, sino que solo tratamos de hacer entender entre lo que se dice y lo que se lee.
Esta inmensa nación está endeudada dentro de ella misma, en cerca de veinte billones de dólares, para los que usamos la matemática como es norma hacerlo. Para el resto de pueblo estadounidense solamente, en el mundo actual, esta deuda es de casi veinte trillones de dólares. Cosa muy, pero muy diferente.
En discursos e intervenciones públicas donde y cuando se dirijan a una audiencia específica, estos datos debieran tratarse como realmente son y no a lo “yanqui”, que trae tanta confusión al oyente. La prensa radial o televsisiva no es lo mismo, en este caso que la escrita.
Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.









