Te voy a dar un dato:
Redes Sociales. Capítulo I
Twitter, hora X, es considerada por muchos estudios en diferentes universidades que es la red social más agresiva de las redes, entre cosas, el límite a 280 caracteres obliga a sintetizar tanto el mensaje que muchas veces es tan crudo y ambiguo que puede degenerar en odio.
El filósofo, autor de 5 bestsellers del New York Times y neurocientífico natal de Los Angeles, California, Samuel Benjamin Harris, cerró su cuenta de Twitter con más de 1 millón de seguidores manifestando que se estaba volviendo una peor persona, observo que Twitter mostraba lo peor de muchos individuos, al punto que empezó a sentir que tenía distorsionada su percepción de la realidad, que no es la experiencia general pero cuando se tocan temas controversiales cambia todo.
Es natural que en estas plataformas cuando el discurso no encaja con un sector se recibe una enorme cantidad de odio innecesario solo por pensar diferente. Sam Harris comenzó a ser influenciado por todo el odio que recibía, Twitter le daba un imagen oscura de las personas a pesar de saber, de identificar estas tendencias, de todas formas se vio afectado de tal forma que se vio afectado por una gran depresión, se dedicó a bloquear a muchas personas auxiliado por una APP llamada Mega Bloqueo para eliminar seguidores con ciertos patrones pero esto generó una gran contradicción pues en una semana eliminó 50 mil personas.
Su frustración se acabó cuando cerró su cuenta de 1 millón de seguidores, dejo de recibir todo ese odio. Sam plantea que Twitter lo convertía en una mala persona, por esto cerró su cuenta alegando que fue una verdadera pérdida de tiempo para el estar en esa red social.
@Jabiertzo creador de contenido en YouTube, español que viven en China publicó en su perfil el 17 de diciembre del 2022: “¿Se nota que no escribo aquí regularmente? Estoy probando a ver si la falta de actividad en Twitter afecta negativamente al canal. Si no es así es posible que cierre esta cuenta. Nada personal, es solo que esta red social no me aporta cosas positivas”.
Estudios demuestran que los mensajes agresivos son los que más se retuitean, es un hecho que los twitts de los políticos reciben más retweets y los Medios convencionales amplifican estos mensajes. Son también más retuiteados los twists que muestran enojo.
En la universidad de Bejín algunos investigadores trataron de averiguar qué tipo de emociones eran más virales (termino que se usa cuando una publicación tiene un alcance desproporcional y recibe muchas interacciones) Los resultados también sostuvieron la tesis de que Twitter exaltaba el odio y la ira.
Los mensajes de tristeza y disgusto no fueron muy bien difundidos, los mensajes alegres fueron un poco mejor, aun así no funcionaron tan bien como el resultado que apreció con los mensajes de ira. Cuando Elon Musk adquirió Twitter la ira se volvió más permisiva en esta plataforma, los insultos racistas aumentaron, las publicaciones antisemitas se dispararon más de un 61% en las 2 primeras semanas a la compra de Twitter estos datos se pueden encontrar en CEDHAL (Center for Encounter for Digital Hate Antidifamation League) entre otros grupos que estudian las plataformas en Línea.
Otro estudio de 2021 realizado en la universidad de Yale demostró que cuanto más me gusta y/o retweets obtiene una expresión de indignación moral más posibilidades hay de que ese individuo haga más mensajes de esa índole en su espacio, demostró que la indignación moral es más común en usuarios ideológicamente extremistas independientemente de la ideología política. La indignación moral es una emoción poderosa con influencia y consecuencias para la sociedad, estimula la acción colectiva, promueve la cooperación social para el cambio social.
Las empresas tecnológicas a través del diseño de sus plataformas tienen la capacidad de influir en el éxito o fracaso de movimientos colectivos. Las plataformas de redes sociales no solo reflejan lo que está sucediendo sino que también crean incentivos para encaminar la sociedad a un estado, criterio, pensamiento determinado o programado, casi siempre desde las líneas editoriales que satisfacen a la elite que pondera, influyendo en la forma que se reacciona a los diferentes eventos.
Los estudios plantean que los twitts de enojos son más frecuentes los lunes y menos frecuentes los fines de semana. La ira se propaga en internet con más rapidez que cualquier emoción y especialmente en tiempos de cambios climáticos. La temperatura afecta nuestro ritmo cardiaco, la cantidad de oxigeno que llega al cerebro, la regulación hormonal incluida la testosterona y nuestra capacidad de dormir, en algunas personas aumente los niveles de agresión física.
Hay una tendencia social a hablar más de los problemas que de los eventos felices, en condiciones experimentales se ha manifestado que los usuarios vuelcan más su ira en las diferentes plataformas, muchas veces desde perfiles sin identidad definida.
El internet permite un circulo muy amplio de alcance y muchos usan las plataforma para quejarse, desahogarse o publican aquello que no tienen forma de resolver o valor de hacerlo en persona, el anonimato permite insultar, humillar, intimidar, acosar, menospreciar, se puede citar “EL mito del anillo de Giges” de Platón, es visto que nuestro “yo” digital alienta el ego de nuestro “yo” real y viceversa.
Continuara…