El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó La Habana en Marzo de 2016, histórica presencia en la Capital de todos los cubanos al ser el primer mandatario estadounidense que pisaba tierras cubanas en 88 años.
En su discurso en el Gran Teatro de La Habana tuvo palabras que hoy en la distancia son un sueño que aún está por realizar. Dijo entre otras cosas «Con todas nuestras diferencias, el pueblo estadounidense y el pueblo cubano comparten los mismos valores en sus propias vidas. Un sentido de patriotismo y de orgullo… mucho orgullo. Un amor profundo por la familia. Una pasión por nuestros hijos y un compromiso con su educación. Ese es el motivo por el que creo que nuestros nietos mirarán atrás a este periodo de aislamiento como una aberración; como solo un capítulo en una historia más larga de familia y amistad.»
Y con mucha fuerza y vehemencia en sus argumentos como suele en su oratoria Obama remarcó que había venido a la Habana «para enterrar el último resquicio de la Guerra Fría en el continente americano. He venido aquí para extender una mano de amistad al pueblo cubano» que sueño tan hermoso palabras llevadas, arrebatadas por las tormentas de Donald Trump, tempestad mundial que comenzó el fatídico mediodía del día viernes 20 de enero de 2017 en menos de un año aplicó por encima del bloqueo a Cuba 243 medidas
En este somero análisis hay que recordar que Cuba no estaba en la lista de patrocinadores estatales del terrorismo desde 2015 en adelante, cuando el presidente Barack Obama en un acto de justicia, eliminó a Cuba de esa lista (no olvidemos que fue agregada por primera vez a la lista en 1982 por el presidente Ronald Reagan). En su última semana en el cargo, y días antes de que Joe Biden asumiera en su reemplazo, el expresidente Donald Trump volvió a poner a Cuba en la lista el 12 de enero de 2021.
Como candidato presidencial, Joe Biden prometió que llevaría las relaciones entre EE.UU. y Cuba al mismo nivel que estaban con el expresidente Barack Obama, lo cierto es que la nebulosa del actual presidente con ese punto- vital para poner coto a años de recrudecimieto de sanciones absurdas contra Cuba-deja mucho que desear y tanto él como Trump no han querido limpiar el camino para unas mejores relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Los sueños de Obama han quedado hechos añicos, valdría preguntarle al propio Obama sobre el tema.
2 respuestas
Triste la realidad, pero hoy existe y con más fuerza destructiva la guerra fría del bloqueo y la lista espuria de país patrocinador del terrorismo en que puso a Cuba y dónde las elites imperialistas han hecho lo posible e imposible, porque sea EEUU el que no debía salir de esa lista, pero como país hegemon y asesino, al fin es quien hace la lista y pone al que no le cuadre
En EEUU no gobierna ningún presidente, iluso sería emitir un criterio y creer que tiene la verdad absoluta, con lo compleja que es la realidad en aquel país y su relación e influencia en el resto del mundo. Obama no era un santo, Trump acabó con la política exterior del país definitivamente, pero esta época de Biden es el colmo de la decadencia, hemos llegado al borde del colapso mundial, pero no son ellos, son las transnacionales y sus intereses los que se mueven.