Después de un análisis profundo teniendo en cuenta diversos factores, que sobrepasan el centenar y de acudir a historias estadísticas, se llega nuevamente a la conclusión de que el área de Miami es la primera nuevamente casi todo lo malo que pudiera tener una ciudad.
El último estudio que publica una muy importante figura del ambiente periodístico, que avalan un currículo en su haber de varias carreras universitarias y una vasta experiencia periodística e investigativa, en varios medios, Rebekah Monson, se considera a Miami (y su vasto territorio), como lo peor para desear hacer vida y futuro en este lugar. Las primeras categorías son establecidas en base a que aquí se sienten siempre efectos de carácter ofensivo, descortés, comportamiento civil enfermizo, primitivo. Miami es rudo y crudo a la vez.
Lo califican de rudimentario, de escasa cultura, de formación equivocada y hasta falto de desarrollo. No lo aseguro yo, sino datos de expertos en la materia geopolítica.
Ocupando el primer nefasto lugar está Miami seguido por otras seis áreas del país que le secundan en estas “curiosidades sociales”. En la lista de los otros seis primeros lugares están – por orden – , Phoenix, New York, Los Ángeles, Philadelphia, Salt Lake y Boston.
Otras cositas del Miami turístico. Rompen y remodelan calles y avenidas al mismo tiempo y entorpecen el transito además de perjudicar por largos tiempos, a los comerciantes, parqueos y peatones de las áreas.
El servicio al cliente deja micho que desear en sentido general. Miami es plano, no tiene lomas ni montañas. El mar en las áreas de costas y playas, es como un lago, no permite la diversión del “surfing”, no hay olas.
Solo hay un centro de Artes conocido por el “Elefante Blanco”, debido a su extraordinaria dimensión y costo final (casi $ 500 millones) y además y es importante, es muy caro para la audiencia del pueblo, existe solo para la clase alta privilegiada, ni siquiera para la media. Operas y Ballets que son de consumo de una sola clase social. Casi todos los demás teatros son para producciones de origen bufo, como los de la Pequeña Habana y Westchester, etc..
El área tiene casi siempre un índice de calor excesivo, más de 90 grados y una humedad que supera el sesenta y tantos por ciento. A veces llega a cerca cien.
Vemos como la gente disfruta de descansos horizontales en las playas, pero también y con desagrado, se observan las mismas escenas en los portales de los comercios del Downtown de Miami, sobre todo por las noches lleno de pordioseros (homeless)., en sus sueños de descanso.
Seguimos en el objetivo de tratar de educar a los amantes del sueño americano, quienes consideran a Miami su capital, del sol y las playas. Sobre todo a nuestros hermanos, los soñadores criollos de la isla y todo el sur del Rio Bravo.
Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.









