Traducido del más allá por Max Lesnik.
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¡Esos son tus enemigos!
En el Congreso de Estados Unidos hay gente buena y gente mala. Pero ninguno de ellos peores que los legisladores de origen cubano que cada vez que toman posición con respecto al tema de su país de origen, lo hacen para hacer daño y entorpecer las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y la hermandad de los compatriotas de allá y los que viven acá, ya sea en calidad de ciudadanos norteamericanos o como simples emigrantes. Los otros, los que todavía se dicen “exilados políticos” y siguen aferrados a una retórica del pasado- que en realidad son unos pocos- son los únicos que pudieran respaldar la política de odio y revancha que dictan la conducta de los Congresistas Mario Díaz Balart , Ileana Ross, Carlos Curbelo, Albio Sire y los Senadores Ted Cruz, Bob Menéndez y Marco Rubio.
Yo les llamo “la pandilla de los siete” por decirles de alguna manera, para no emplear calificativos que pudieran resultar ofensivos a las buenas costumbres y al buen hablar de un Duende culto.
Digo esto porque acabo de leer en la prensa que uno de la pandilla maldita, el Congresista por el Estado de La Florida Mario Díaz Balart acaba de presentar en el Capitolio una clausula dentro de la Ley de Presupuesto de la nación, que de ser aprobada por el pleno de la Cámara de Representantes en Washington, impediría los viajes de los ciudadanos norteamericanos a Cuba tirando por tierra todos los buenos empeños tanto del gobierno de Estados Unidos como el de Cuba por normalizar las relaciones entre ambos países.
La propuesta del Congresista Díaz Balart tiene el respaldo pleno de la “Pandilla de los Siete”. No creo que Díaz Balart- pichón de batistiano como su hermanito Lincoln, ahijado del ex dictador Batista- se salga con la suya. Todavía confiamos en que la sensatez ilumine a los otros legisladores en el Congreso de Estados Unidos.
Pero ahí, en el Capitolio de Washington sigue haciendo daño a Cuba la “Pandilla de los Siete”. ¡Cubano esos son tus enemigos! Es que no hay peor cuña que la del mismo palo.
Y hasta el próximo lunes amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
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