Con Dios y con el Diablo
Este viejo refrán se puede aplicar al presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís Rivera, quien a solo un año de su mandato se he encontrado inmerso en una crisis migratoria precisamente por tratar de quedar bien a la vez con ambos adversarios. Se trata de que ya haya en su frontera con Nicaragua, entre 3,000 y 4,000 ciudadanos cubanos – y siguen llegando – , varados en ese espacio geográfico, por el solo hecho de que se les permitiera, con visado y todo, usar su país para tratar de llegar al “Sueño Americano”. Solís se ha visto obligado a responder como nación al albergue y mantenimiento de estos viajeros semi clandestinos en su periplo, toda vez que fueron sorprendidos por la negativa nicaragüense al no dejarlos pasar como hizo Costa Rica.
Se considera que esa nación centroamericana haya recibido la visita transitoria de otros muchos miles de cubanos, que viniendo desde Ecuador, han utilizado este camino para emigrar hacia Estados Unidos, en su calidad de privilegiados viajeros emigrantes, debido a el Acta de Ajuste Cubano, la cual ya tiene 49 años de existencia y ha permitido la entrada, la residencia legal y la naturalización de centenares de miles de cubanos en esta nación.
La política de “Pies secos – Pies mojados”, se ha convertido en “Pies empolvados” (por los caminos atravesados). Este modo de llegar al soñado Norte Revuelto, ha dado frutos, aunque en su forma de transitar fuere muy caro, riesgoso y de destino inseguro. Son diez los países que han debido atravesar, incluyendo el origen Ecuador y el destino Estados Unidos. La mayoría lo logra.
En entrevistas realizada por la prensa sensacionalista a algunos de estos “atrapados” cubanos se observa y comprueba que no son gente tan pobre que escapan del “comunismo castrista”, como se ha manipulado, ya que este viajecito cuesta entre $ 15 y $ 20 mil por persona entre los pasajes, estancia en Ecuador, gastos de viajes por esos otros países, hoteles, comidas, pago a los coyotes y autoridades corruptas, etc… El que dispone de esa plata no es tan pobre que digamos. Con eso se podrían haber abierto camino en un negocito privado en Cuba, para vivir mejor – que los demás – ya que eso es lo que desean todos estos viajeros, ¿no es así? Al igual que los millones de otras partes que anualmente entran sin documentos a Estados Unidos buscando mejores horizontes, pues en sus países no los encuentran.
Terroristas juegan con las alarmas.
Cada vez que a un terrorista o un aspirante a serlo, le entra el deseo de crear pánico, llama a un aeropuerto cualquiera y dice que a bordo de un avión hay una bomba que explotará en algún tiempo del vuelo. Ahí se forma en corre – corre y se hace bajar a todos los pasajeros y tripulación y hasta en casos, los equipajes, Se revisa el transporte por expertos, hasta llegar a la conclusión de que no hay peligro alguno y todo ha sido falsa alarma. Con ellos se distrae la atención pública, se retrasa un vuelo, se incomoda a los pasajeros, en fin se hace un golpe de efecto, con una sola insignificante llamadita por teléfono.
Esto ya se ha vuelto habitual, aunque realmente el aparato de meter miedo – los terroristas – no lo explotan con eficacia. Lo mismo sucede cuando se anuncia el desalojo de un Centro Comercial o un Mall por “amenaza de bomba”. Esto crea el pánico, la evacuación de lugar, el cierre de negocios para ser registrados por los militares caza terroristas, la pérdida de confianza de la clientela sobre el lugar, etc.
En estas operaciones, solo bastan unos minutos para la llamada aciaga y se crea el pánico. A veces son más agresivos y se informa que un grupo específico realizará un asalto y más tarde en una fecha del día y se movilizan las fuerzas del orden, para quizás realizar un verdadero acto de terror en otro lugar en esos precisos momentos. Solo basta un artefacto explosivo pequeño, que no crea daño sobre vidas humanas, solo ruido, como lo petardos que ponían contra la Revolución Cubana, en medio del público y eso se suficiente para crear un pequeño caos local.
¿Cómo poder evitar toda una movilización cuando a capricho se juegue con el público? No hay respuesta adecuada a esto, al menos por ahora. Solo prestarle atención a todo indicio de un acto indebido y actuar en consecuencias. En conclusiones los terroristas siempre tienen la sartén por el mango, manteniendo a las autoridades en movimiento constante.
Valga la red de informantes que se tiene por parte de las autoridades, los cuales son muy útiles pues están dentro de los aparatos de delincuencia y se logran poder apresar a algunos de estos “mete miedo”, pero la oferta sobre pasa la demanda. Hay más delincuentes que los que nos imaginamos.
Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.
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