Raúl Martínez se fue a La Habana

Traducido desde el mas alla por Max Lesnik

 

IMG_HIALEAH_2_1_P43QLFN1_L98435779Una de las grandes  virtudes  del hombre público,  es la de tomar  decisiones   más dictadas por  sus convicciones que por  las  conveniencias políticas o el qué dirán sus adversarios.

El ex alcalde  de la ciudad  de Hialeah Raúl Martínez se fue  a La Habana la semana pasada en viaje de reencuentro con su patria cubana  y su pueblo de  origen aun sabiendo que a su regreso  encontraría la crítica y hasta los insultos más procaces  de la extrema derecha de Miami. Eso se llama entereza de carácter  y  valor  político de su parte. Nada  de viajecitos escondidos a través  de terceros países o andar por las calles  de  La Habana con cara  de “yo no soy”.

El relato emocionado   del periplo de su visita  a la capital cubana hecho  por  el ex alcalde Raúl Martínez  ante las  cámaras  del  programa “Prohíbo Callarse”  de  la  tele-emisora Mira TV, debe de servir  de lección    para aquellos políticos del patio, alcaldes, concejales  o  legisladores estatales  o federales  de origen cubano,   que por  cobardía política o posturas  trasnochadas  de  falsa  intransigencia, continúan  tildando de “traidores” a quienes van de visita  a Cuba con   su legítimo  derecho,  como han ido a la isla más  de 400 mil  compatriotas  todos los  años.

Raúl Martínez  nada tiene  que ganar con su visita  a  La Habana como no sea la buena voluntad  y el aplauso  de los  cubanos  de  la  isla y la  de sus  compatriotas del sur de La  Florida que no han abandonado su fervor de cubanía respaldando la nueva  política del gobierno  de Estados Unidos de estrechar los lazos  con Cuba.

Al  final  de su comparecencia  en la televisión anoche  en el  programa “Prohibido callarse” del  presentador  Rodríguez  Tejera, el  ex alcalde Raúl Martínez  hizo  un reconocimiento público  al historiador  de la Ciudad  de La  Habana Eusebio Leal  por  su  ingente y titánico trabajo   de restauración del  Centro  Histórico de la  capital cubana. Otro gesto suyo  de gran valor,  puesto que  en este Miami  brutal y  revuelto  no  es “políticamente  correcto”  honrar  a  quien  merece honores, por  su labor en La Habana Vieja como  es el caso  del  doctor Eusebio Leal.

Y si honrar  honra, a este Duende le  honra  ser amigo  de  Raúl  Martínez,  un  hombre  de  valor  que  siempre dice  lo que piensa  sin temor  ni favor.

Y hasta mañana viernes amigos  de El Duende que con  mi gallo  me voy cantando a mi tumba fría.  Bambarambay.

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