La gran pelea: Viajes libres vs. Bloqueo.
Primero las incomodas y duras acciones estadounidenses que desde el mismo año 1959 sufrió Cuba, agudizadas por agresiones específicas económicas y armadas. En el 61 con Girón y el 62 con el Bloqueo. Después se codifica esta criminal herramienta del mal y así se sigue apretando con la Torricelli y la Helms Burton además de castigos económicos (multas millonarias) constantes y permanentemente activas contra bancos y empresas que realicen operaciones con Cuba. Todo esto lleva a un estado de cosas muy graves sobre todo cuando ocurre el desmerengamiento del campo socialista a partir de 1990 y se reduce en un 85 % el intercambio de la isla con el exterior. Así se da comienzo al terrible Periodo Especial en tiempos de paz, donde y cuando Estados Unidos trata de ahogar más por hambre a los cubanos dentro de su propia nación.
Todo esto viene al caso ahora cuando se estrenan las nuevas relaciones diplomáticas y lo que trae detrás y que le sigue. Ayer en lo más importantes medios de este país se informa que el gobierno del presidente Obama, está dispuesto a flexibilizar aun más lo viajes a la isla, permitiendo que las empresas aéreas comerciales puedan comenzar a realizar vuelos directos a y desde Cuba. Actualmente se realizan un promedio de 15 vuelos diarios – 450 cada mes – de carácter fletados o sea rentas por cada viaje de aviones, lo que se conoce como “Charters” y que por esa razón, principalmente, el precio encarece mucho el pasaje a un lugar tan cercano.
Las nuevas extensiones de permisos para viajar a Cuba de nacionales estadounidenses, está regulado hacia viajes de intereses colectivos y algunos individuales, todos considerados de contactos pueblo a pueblo – cultura, deportes, educación, religión, ciencias, etc – llevando estos a una cantidad el pasado año de unos cien mil visitantes yanquis de esas categorías y en lo que va de año esa cifra ha aumentado ya un 50 %. Los cubanos nacidos en la isla que radican en Estados Unidos, tienen permisos libres para viajar, estos sobrepasan el medio millón anuales.
Todo esto podría variar aún más pues la idea está encaminada a permitir que los nacionales no tengan necesidad de viajar en grupos de interés sino que lo podrían seguir haciendo a manera individual, bajo los mismos permisos generales actuales, cosa que sería legalmente incontrolable pudiéndose burlar las regulaciones, pero que permitiría un salida importante al Bloqueo que impide a ciudadanos nacidos aquí viajar y gastar dinero en Cuba.
Por otra parte para responder al aumento de esa posible gran demanda cuando esto pueda realizarse, habría de permitirse que líneas comerciales realicen los viajes a Cuba, bajando significativamente los precios actuales de los pasajes en los viajes “Charters”, debido a la inmensa competencia que habría entre las grandes compañías aéreas que ya tiene permisos aprobados para estos vuelos. American, Delta, United, Jet Blue y muchas otras.
Al unísono de la noticia salieron a la palestra los rabiosos anti cubanos de siempre, esta vez liderados por el “retirado” politiquero Lincoln Diaz-Balart y su grupito, argumentando que en el caso de que se permitieran viajes recíprocos (como es de esperar) de la compañía Cubana de Aviación, tomando parte de estos vuelos ida y vuelta a territorio yanqui, “estos aviones de los Castro – dice Lincoln – serían confiscados inmediatamente por las personas que ha ganado demandas judiciales contra Cuba – en diversos juicios – en tribunales de este país, como parte de esos pagos”
A esto se le podría dar una respuesta de que las cortes podrían dictar anulaciones de esos juicios por haber estado ausente las partes de los encausados, en este caso representaciones de Cuba. También y en caso de esto no sucediera, se podría hacer tan simple como que La Habana rentara naves propiedad de otras naciones con letreros de Cubana y de esa forma no se podría confiscar jamás pues no pertenecen a la isla. Así sería inevitable que las escenas de los años 1978, 79 y 80, de ver naves de Cubana de Aviación en el Aeropuerto Internacional de Miami, como hecho normal entonces, volvieran a repetirse esta vez pero con mucha más frecuencia.
Le habló “Desde Miami”, Roberto Solís.
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