Lo que parecía increíble, se dio

    Ayer estuvimos junto a muchos centenares de miles de cubanos y latinos  sobre todo en el área del Gran Miami y hasta los cayos, pendientes de las imágenes de los televisores que nos traían minuto a minuto lo que acontecía en el edificio de la calle 16 del nor- oeste de la capital de esta nación, Washington D.C..

Allí tuvo lugar una reunión de unas 700 personas, según datos de asistentes,  además de un numersos grupo de simpatizantes de Cuba, que vitoreana con carteles y altoparlantes el evento. Todo para dar comienzo  formal donde y cuando  esa sede fuera la reabierta Embajada de Cuba en Estados Unidos, después de mantenerse cerrada a ese nivel por 54 años. Entre los paneos de las cámaras de los canales que cubrían el evento, vimos caras conocidas y que respetamos mucho, de Cuba y de esta orilla, también observamos otras que produjeron sorpresas verlas allí. Pero la cosa se puso fea cuando al cruzar de la calle, en el lado donde se encuentra el edificio del Consulado, había un grupo que vociferaba con carteles y altoparlantes, en desacuerdo con el histórico hecho que ocurría. Entre ellos también vimos conocidas figuras del anticubanismo visceral, de ambas orillas,  que viajaron desde este gueto para hacer cámara y ganarse unos dólares que nunca están de más.

Este coro fue extendido desde el Restaurante Versailles en la Calle Ocho,  conocido centro de las voces contra Cuba donde concurren desde incautos, arrogantes,  siquitrillados, batistianos y sus descendientes, bandidos y hasta terroristas, que se oponen  a este nuevo avance de ambas sociedades en cuanto a enterrar un pasado ignominioso de medio siglo.

Todo el día y la noche de ayer se mantuvieron los medios lanzando sus opiniones sobre lo sucedido, donde se podía observar claramente como se trataba de ahogar las opiniones de muchísimas personas que apoyan este evento, con beneplácito y esperanza en ambas partes del estrecho de la Florida, manipulando, esos medios locales, estas opiniones para complacer a los que pagan que en definitiva son los que mandan.

En fin fue una jornada muy interesante y  fructífera donde dirigentes de ambos gobiernos sentaron pautas a seguir para una mejor relación que no solo será un aporte al antiburocratismo, sino a la igualdad y respeto  entre ambas naciones facilitando las relaciones más armónicas.

¿ Extradición entre ambas partes ?

   Los primeros tratados de Extradición entre ambas naciones fueron logrados en 1905 y posteriormente instrumentados para una mejor interpretación y ejecución en 1926. En estos se consideraban algunos aspectos para que acordara una extradición y sus motivos.

Las causante jurídicas podían enmarcarse entre los primeros delitos importantes como asesinatos, parricidio, infanticidio, envenenamiento a ex profeso, homicidio voluntarios, violaciones,  y otras figuras delictivas podrían ser acusantes de extradiciones entre ambas partes. La parte yanqui amplió sus delitos a  traición, sedición, crímenes contra el estado, etc..

Más adelante y ya rotas las relaciones diplomáticas en el año 1961 y por lo tanto extradiciones casi imposibles de lograr por la vía oficial, se agrega la palabra terrorismo. A partir de 1980 y después de los viajes de Marial –  Cayo Hueso, por acuerdo entre ambos gobiernos se determinan como delincuentes a  una porción mínima de recién llegados en esa etapa, 2,746 de los cuales se regresaron hasta el momento 1,999, quedando 2,300 pendientes en las cortes.

Ahora bien, para que esto siga ahora por la vía diplomática y mucho más ágil, se deberá tener  en cuenta también que estos acuerdos de extradición trabajen en ambas vías y que puedan regresar a Cuba, extraditados,  los delincuentes que cometieron actos graves en la isla y contra sus habitantes y  que se encuentran deambulando por las calles de Miami y otros lugares libremente.

Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.