Traducido del Más  Allá por Max Lesnik.

Hoy como ayer

Todo parece indicar que los  llamados “Disidentes” cubanos piensan que con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos  y Cuba volverán los tiempos en que  el  Embajador  de Washington  en La Habana, en su  carácter  de  pro-cónsul del  poderoso vecino  del  norte tendrá facultades  omnímodas para  dictar  los  destinos  de la  isla  como  cuando  en los  años  30  del  pasado  siglo  XX  el tristemente  célebre   Benjamín Sumner Welles,  utilizó  su  representación diplomática  para impedir la consolidación del primer  gobierno revolucionario  cubano de Grau-Guiteras  a la caída  del  dictador  Gerardo Machado  en  agosto de 1933.

Ahí vemos todos  los  días a los  llamados  “Disidentes” visitando  el edificio de la  Embajada  de los  Estados  Unidos  en  La Habana mendingado  menudas piltrafas  como  perros  falderos, a la  vez que  imploran la intervención  norteamericana  en  los  asuntos  internos de Cuba como hicieron en los  años  30 otros miserables  vende patrias  de entonces.

Ninguna mejor referencia a ese tipo de despreciable conducta que lo que dijo en aquellos tiempos el  entonces  joven revolucionario anti-imperialista  Eduardo Chibás en el artículo que con el título de «Hacia dónde va Cuba», apareció en la edición Bodas de Plata de la revista Bohemia en el año 1934.Era una franca alusión a los que en busca de dádivas mercenarias iban a la Embajada de Estados Unidos a solicitar apoyo para sus ambiciones bastardas.

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Dijo Chibás entonces : » Prefiero al Coronel Jiménez, porrista del dictador Machado, muriendo balaceado con una pistola en la mano, antes que aquel que visita la embajada americana mendigando servilmente protección para combatir el gobierno de su país. Esos son traidores de la peor especie. En los países de fuerte tradición nacional se les desprecia y se les fusila por la espalda.»
Sus palabras de entonces parecen dirigidas a los que todavía hoy repiten actitud tan deleznable. Hoy como ayer, en Cuba  hay vende patrias, que  son  los  menos, mientras que   los  más, los millones de cubanos  de vergüenza  y dignidad.

Y hasta mañana martes  amigos  de El Duende  que  con mi gallo me voy

cantando a mi tumba fría. Bambarambay.