Traducido del Más Allá por Max Lesnik.
Foto del Nuevo Herald. CM. GUERRERO
El ahijado de Batista.
Según un proverbio chino una imagen vale más que mil palabras. Y es lo que me vino a la mente cuando vi la foto en un diario local de Miami en la que aparece el ex congresista del sur de La Florida Lincoln Díaz Balart junto a los legisladores Ileana Ros y Mario Díaz Balart en una conferencia de prensa convocada al efecto para condenar el viaje a la Habana del Secretario de Estado norteamericano John Kerry realizado con el propósito de izar la bandera de las barras y las estrellas en ceremonia oficial para de esa forma dar por hecho la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.
Llama la atención del título de la fotografía: “Condenan los congresistas cubanoamericanos el viaje de Kerry a La Habana”. El engaño salta a la vista porque en realidad solo son dos los Congresistas en la fotografía y no tres, puesto que en ella no aparece el otro legislador Republicano del sur de La Florida, Carlos Curbelo, sino que el que ocupa su lugar es Lincoln Díaz Balart, el traslocado ahijado de Fulgencio Batista empeñado a toda costa en ser desde Miami el cabecilla de la oposición cubana en nombre de un pasado criminal y corrupto que fue echado al basurero de la historia por el propio pueblo cubano aquel primero de enero del año 1959. Fue aquella la madrugada histórica de la fuga del “General” sin batallas, que pocos meses antes había servido de “Padrino” de bautismo al “Linconcito” de marras.
El ahijado de Batista por lo que su rostro refleja cuando lo vemos en televisión es hombre de odios y resabios. Para el no hay otra paz que la de los sepulcros, por lo que el acontecimiento histórico de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba es algo que saca a “Linconcito” de quicio. Se le sube el loco. Por lo que su sueño trasnochado de ser algún día el retoño de su “Padrino” Fulgencio, se le está yendo por el tragante del inodoro.
El ahijado de Batista se ha quedado con las ganas. Una foto lo dice todo. Cuánta razón tienen los chinos. Digo yo.
Y hasta mañana viernes amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
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