Por un puñado de dólares.
Traducido del más allá por Max Lesnik.
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De los famosos “Oestes de espaguetis” realizados por el actor norteamericano Clint Eastwood en Italia, allá por la década de los años sesenta del pasado siglo XX, hay uno de ellos cuyo título es fácil recordar, por lo que tiene de referencia a la codicia humana y la falta de pudor de los bandidos representados en dicha cinta cinematográfica. Me refiero a la producción de largo metraje “Por un puñado de dólares”.
Digo esto por el corre corre que se está armando entre los llamados grupos “Disidentes” que operan en Cuba bajo los auspicios del gobierno de Estados Unidos, ante los rumores que circulan por Miami según los cuales una vez normalizadas las relaciones diplomáticas entre el gobierno de la isla y el norteamericano, quedarían cancelados los aportes económicos de Washington a la oposición fabricada desde el exterior, cuya historia viene de tan atrás como de los tiempos en que la Agencia Central de Inteligencia- la CIA- decidió tan temprano como el mismo año 1959, derrocar al gobierno revolucionario cubano liderado por Fidel.
Es bien sabido que recibir dinero de un gobierno extranjero para realizar actividades políticas de oposición como hacen en Cuba los llamados “Disidentes”, es un delito penado por la ley, algo que por supuesto también es ilegal en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo. De manera, como es lógico pensar, el gobierno de Estados Unidos presidido hoy por Barack Obama y en el futuro por su sucesor en la Casa Blanca, ya sea la Demócrata Hillary Clinton o un Republicano cualquiera, si quiere mantener relaciones diplomáticas normales con Cuba, no podrá subvencionar con dinero a los grupos llamados “Disidentes” que en la práctica son agentes al servicio de una nación extranjera.
Si las relaciones Cuba-Estados Unidos quedan finalmente normalizadas, es lógico pensar que los llamados “Disidentes” tendrán que buscar otra nueva fuente de ingresos para seguir viviendo del cuento del anti-castrismo y los Derechos Humanos. El gobierno de Estados Unidos tendrá que dejar cesantes a todos sus asalariados cubanos que le cuestan a los contribuyentes norteamericanos- este Duende entre ellos- la respetable suma de 50 millones de dólares al año, una cifra que bien debiera servir para ayudar económicamente a tanto niño hambriento de América Latina.
Todo lo hacen ahora los llamados “Disidentes” por un “puñado de dólares” como el título de la película del viejo Oeste protagonizada por Clint Eastwood. Mañana o se prestan a doblar el lomo como hijos de buen vecino, o se convierten en “cuentapropistas” al frente de un Paladar. Porque por lo que pinta el cuadro, se acabó lo que se daba. Digo, eso creo yo.
Y hasta mañana miércoles amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
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