Samuel Moncada denunció en el Consejo de Seguridad de la ONU amenaza de ataque militar de EE.UU.
El embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, alertó al Consejo de Seguridad de dicha organización, sobre un masivo despliegue militar estadounidense cerca de sus costas y lo acusó de fabricar un conflicto para apoderarse de sus recursos petroleros. Solicitó tres acciones concretas al órgano para evitar una catástrofe regional.
Texto: Telesur
Con un tono de grave advertencia y ante el más alto órgano de seguridad global, el representante de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, denunció este viernes lo que calificó como una «inminente agresión armada» por parte de Estados Unidos, que, según afirmó, amenaza con convertir a la región del Caribe en un polvorín y desatar una catástrofe de proporciones generacionales.
En una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad solicitada por Caracas, Moncada esbozó un escenario de escalada bélica, detallando un «creciente despliegue de fuerzas militares a escasas millas de las costas venezolanas». El embajador enumeró los componentes de esta movilización: «más de 10.000 efectivos militares, aviones de combate, destructores misilísticos y cruceros lanzamisiles, tropas de asalto, activos para operaciones especiales y misiones encubiertas, e incluso un submarino nucleado».
«Las acciones y la retórica guerreristas del Gobierno estadounidense señalan objetivamente que estamos ante una situación en la cual es racional pensar que en el muy corto plazo se va a ejecutar un ataque armado contra Venezuela», alertó Moncada, interpelando directamente a los 15 miembros del Consejo. «Estamos aquí para evitar la comisión de un crimen internacional», afirmó, apelando a la Carta de las Naciones Unidas.
La «ficción» del narcotráfico y la sombra del petróleo
El diplomático venezolano desmontó la narrativa pública esgrimida por Washington, que justifica su presencia militar en el Caribe como una respuesta al narcotráfico en el marco de un «conflicto armado no internacional». Moncada tachó esta justificación de «ficción impulsada por un Gobierno belicista» y con «pies de barro».
«¿Quién puede creer que esta escalada militar de gran magnitud en el Caribe tiene como fin el narcotráfico?», se preguntó retóricamente. En su lugar, presentó lo que, a su juicio, es la verdadera razón: «la adicción al petróleo». «Estados Unidos está desesperado por controlar todas las fuentes de petróleo del mundo y cree que el petróleo de Venezuela les pertenece», aseguró, trazando un paralelismo con intervenciones pasadas en Irak, Siria y Libia. «Si Venezuela no tuviera petróleo, la amenaza militar que está a punto de ejecutarse no existiría», sentenció.
Moncada también se refirió a los recientes operativos militares estadounidenses que resultaron en la muerte de 21 personas en embarcaciones en el Caribe, calificándolos de «ejecuciones extrajudiciales» y no de legítima defensa. «El Gobierno de los Estados Unidos disfraza sus crímenes usando la máscara de la defensa propia. Asesina a civiles sin presentar información sobre su identidad, sin presentar evidencia sobre la inminencia de un ataque», denunció. «¿Hay un asesino rondando en el Caribe?», lanzó ante el plenario.
Un llamado a la acción y una advertencia de legítima defensa
Frente a esta situación, el embajador venezolano propuso al Consejo de Seguridad tres acciones concretas para «desactivar de manera inmediata la amenaza»: primero, que el órgano determine formalmente la existencia de una amenaza a la paz y la seguridad internacionales; segundo, que adopte medidas para evitar que la situación se agrave; y tercero, que apruebe una resolución en la que todos sus miembros, incluido Estados Unidos, se comprometan a respetar la soberanía e integridad territorial de Venezuela.
«Solo estamos pidiendo el respeto de la Carta de las Naciones Unidas», recalcó.
Sin embargo, más allá del llamado diplomático, Moncada dirigió un mensaje contundente de advertencia. «Alertamos al mundo que, si los Estados Unidos llegase a atacar a Venezuela y a su pueblo, si llegase a profanar nuestro territorio, tenemos el sagrado deber de defender lo que es nuestro», declaró, invocando el derecho a la legítima defensa consagrado en el Artículo 51 de la Carta de la ONU.
«Si alguien cree que podía arrasarnos porque somos un país pequeño, debe mirar hacia el pasado y ver que Venezuela fue la tumba de un imperio», afirmó, en una referencia histórica a las guerras de independencia. «Ejerceremos con toda la fuerza que nos da el amor a la patria nuestro derecho a la legítima defensa, y así tardaremos generaciones en esta lucha. Nosotros venceremos», concluyó, antes de asegurar que su país «seguirá ganando la paz».
Rusia denuncia en la ONU una «inminente agresión militar» de EE.UU. contra Venezuela
El representante ruso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Vasili Nebenzia, acusó a Washington de utilizar la lucha antidrogas como pretexto para un «cambio de régimen» y alertó sobre el riesgo de una escalada incontrolable en la región.
Durante la sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), solicitada por Venezuela, el embajador de Rusia, Vasili Nebenzia, lanzó un contundente alegato contra Estados Unidos, acusándolo de preparar una invasión militar contra el país suramericano bajo la fachada de una operación antidrogas.
Nebenzia inició su discurso defendiendo la legitimidad de la convocatoria, subrayando que Venezuela, como «estado soberano», ha sido objeto de «una presión sin precedentes y amenazas de invasión militar». Según el diplomático, esta situación «ha empeorado por día» debido a las «actividades militares de Estados Unidos», que calificó como «una amenaza directa a la paz y a la seguridad regionales e internacionales».
El núcleo de su argumentación se centró en desmontar la justificación oficial de Washington: la lucha contra los cárteles de la droga. Nebenzia tildó esta narrativa de «propaganda» y la comparó con un guion «perfecto para una película de Hollywood». Para sustentar su postura, esgrimió datos de organismos internacionales: «La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito no incluyó a Venezuela entre los países desde los que se importa la droga a Estados Unidos», afirmó, añadiendo que «el 80 por ciento de la cocaína no pasa en absoluto por ese país».
Nebenzia cuestionó además la existencia misma del «Cártel de los Soles» señalado por Washington como objetivo principal, al destacar su ausencia en los informes del Departamento de Estado de marzo de este año. «¿Podemos creer entonces que en el Departamento de Estado de Estados Unidos únicamente se hayan enterado de esta amenaza hace apenas unos meses? Es difícil de creer», ironizó.
El representante ruso condenó enérgicamente los ataques estadounidenses que han resultado en el hundimiento de embarcaciones. Los describió como acciones realizadas «según el principio de disparar primero, y luego ver qué pasa», y las calificó de «flagrantes violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos». Acusó a Estados Unidos de actuar bajo la «teoría de la excepción estadounidense», una lógica que, según él, permite a Washington hacer «lo que le dé la gana» y que constituye el centro del concepto de un «orden basado en normas» que Rusia «rechaza tajantemente».
Tras desestimar el argumento antidrogas, Nebenzia expuso lo que, a su juicio, es el motivo real de la movilización militar: el derrocamiento del Gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro. «Estamos ante una campaña para ejercer presión militar y psicológica ante el Gobierno de un estado independiente con un objetivo único: derrocar un Gobierno que a Estados Unidos no le gusta», afirmó.
Nebenzia alertó que la comunidad internacional está «a un paso de una agresión militar directa» y urgió a Estados Unidos a «abstenerse de un error irreparable». Un ataque, advirtió, «podría llevar a un deterioro de la situación incontrolada», generando inestabilidad y socavando «la base de la coexistencia pacífica en América Latina», incluida la visión de la CELAC como zona de paz.
En sus conclusiones, Nebenzia hizo un llamamiento a la solidaridad con el pueblo y Gobierno de Venezuela, reafirmando la disposición de Rusia a trabajar con Caracas para «evitar la injerencia en los asuntos internos» del país. Instó a los estados latinoamericanos a «mostrar solidaridad y unidad para defender su identidad y su independencia política», independientemente de sus relaciones bilaterales con Venezuela.
Finalmente, pidió a todos los miembros «responsables» de la comunidad internacional que apoyen el derecho internacional y la Carta de la ONU, y que envíen «un mensaje inequívoco a Washington». Su intervención encontró un eco inmediato en el representante de China, quien tomó la palabra para apoyar la reunión de emergencia y agradecer la alocución de Nebenzia, solidarizándose con la postura ruso-venezolana.