Bolivia para Gringos (Primera Parte)

Hoy entrego mi columna a un amigo, Jose Manuel Palli, Abogado nacido en Cuba y criado en Argentina, para quien el Derecho es una herramienta para hacer el bien y no solo para “hacer” dinero.

por Jose Manuel Palli

El titulo no pretende sugerir que los EEUU estén detrás de la salida de Evo Morales del poder. Es simplemente producto de mi deseo de intentar explicarle a mis muchos amigos gringos, término que uso cariñosamente –mas de cuarenta años entre ellos me convierten en un gringo mas- que cuernos es lo que está sucediendo en el altiplano.

No pretendo sugerir tampoco que yo tenga ninguna autoridad ni conocimiento especial sobre el tema; eso se lo dejo a los muchos “expertos” entre nuestros vecinos Mayameros. Pero ante la cantidad de preguntas de origen gringo que recibo, adopto aquellos versos de mi tocayo Hernández y opto por ser “toro en mi rodeo y torazo en rodeo ajeno”, quedándome claro que, a esos efectos, Bolivia es, para mi, un rodeo ajeno, y que lo de torazo puede quedarme muy grande.

Cuando de niños mis primos me preguntaban how are things down there (como están las cosas por ahí abajo) refiriéndose a la América Latina, y específicamente a la Argentina donde yo vivía por entonces, me deprimía pensar que en su infantil ignorancia los habitantes de esta gran nación nos metían a todos los latinoamericanos en una misma bolsa, sin distinciones de ninguna especie. Un caso como el del anuncio de cerveza aquel donde un joven gringo pide una ronda de cervezas para sus “amigas mexicanas”, luego de que cada una de ellas se le identifica una como argentina, la otra como venezolana,  la otra como colombiana, etc., etc. Pero con el tiempo he llegado a pensar que mis primos eran visionarios que poco y nada tenían que envidiarle a un Julio Verne.

Porque lo que está ocurriendo en Bolivia no es muy diferente de lo que está ocurriendo en Chile, o en Ecuador, o en la Argentina, o en Venezuela, o en Brasil (donde el fraude electoral que resultó en la elección de su actual presidente tuvo otro cariz pero no fue menos fraudulento que el boliviano). Ni es tan diferente de lo que esta ocurriendo entre nosotros en los EEUU…

En las sociedades polarizadas y divididas como todas las que señalo es muy difícil evitar que esa misma polarización derive en situaciones como la que hoy aqueja a Bolivia. Los cruceños (habitantes del Departamento de Santa Cruz) que hoy se presentan como motores del repudio a Evo Morales y a sus catorce años de gestión son genéticamente idénticos a aquellos gringos (insisto con el termino para evitar la confusión de llamarlos “americanos”) que nunca pudieron reconciliarse con la idea de tener un negro de presidente en la Casa Blanca. Para un sector de la población de Bolivia tener a un indígena de presidente es un agravio insoslayable. En ambos casos reaccionan así por una simple razón (o emoción, porque hay muy poco de razón detrás de sus prejuicios): el miedo a perder los privilegios del poder que han ejercido durante años, en el caso de Bolivia desde siempre hasta el advenimiento del Evo.

Pero el problema que tienen quienes hoy se trepan nuevamente al poder en Bolivia es mucho mas complejo que el que aqueja a los gringos, dado que mas del sesenta por ciento de la población boliviana son indígenas como Evo. Y en catorce años, esos indígenas han enriquecido su calidad de vida como nunca antes.

Como escribió el subdirector de Infobae America hace unas horas:

“Según todos los indicadores económicos y sociales, la gestión de Morales fue un éxito. Sostenido en la nacionalización temprana de los hidrocarburos, el PBI creció sin descanso a un promedio de 4,9% anual durante 13 años, la pobreza se redujo del 60 al 35%, mejoró la distribución del ingreso y cayó el analfabetismo. Llevó adelante una mezcla de políticas ortodoxas y heterodoxas con tanto consenso que su gestión no sólo fue celebrada por las fuerzas de izquierda y progresistas del continente sino que fue elogiada más de una vez por el Banco Mundial y hasta el FMI.”

Y para el pretendiente a líder del desahucio de Morales, un abogado (perdónanos Señor, otra vez…) cruceño de apellido Camacho, quien parece ser un remedo del colombiano Álvaro Uribe por los orígenes de su incipiente carrera política, va a ser muy difícil ignorar el buen sabor que esa gestión exitosa ha dejado en vastos sectores de la población boliviana, ni que hablar de borrarla de plano.

Es una lastima que Evo haya sido victima de su propia arrogancia –que lo fue- permitiendo que su Ego lo llevara a intentar perpetuarse en el poder. Quizás se debió a que, conociendo a su base arraigada en ese sesenta por ciento de población indígena, conoce también sus prejuicios (todos los tenemos, en menor o mayor medida) y tuvo, él mismo, miedo a que rechazaran a García Linera (blanco como la leche) su segundo de abordo durante esos catorce años.

Pero todavía es muy pronto para intentar una lectura definitiva de los acontecimientos. Este partido puede que hasta vaya a un alargue… Y los gringos polarizados no necesitan lecciones al respecto, después de aquella elección presidencial del 2000 que se decidió a penales en la Florida. Por eso dejo el resto de la explicación para una Segunda Parte o entrega…