Bolaños le puso la tapa al pomo

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Hace muy pocos días Jorge Bolaños*  le puso la  tapa al pomo con un artículo que publicó en la Jornada de México bajo el título,  20 de julio: rencuentro de dos banderas.  ELDiplomático cubano, embajador en México, entre otros países, ex viceministro de relaciones exteriores y jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington hasta fecha reciente, recuerda que en  1963, un periodista le preguntó al canciller estadunidense Dean Rusk por qué Estados Unidos comerciaba con la URSS y no lo hacía con Cuba; Rusk respondió “…porque la URSS es un gobierno permanente y la Cuba de Castro es un asunto temporal”. La respuesta reflejaba la seguridad de Washington de que sus planes de destruir la revolución, incluyendo decenas de intentos fallidos de asesinatos a Fidel, Raúl y demás líderes, derrocarían al gobierno revolucionario, según lo habían hecho en Guatemala, y lo harían posteriormente en República Dominicana y Chile.

Bolaños considera  y este Duende también, que los norteamericanos se equivocaron; subestimaron la capacidad de resistencia y de lucha del pueblo cubano  y se estuvieron equivocando por más de medio siglo, según reconoció el presidente Obama.

El destacado diplomático afirma que el restablecimiento constituye un reconocimiento del error cometido y también un reconocimiento al Estado revolucionario cubano y a su gobierno presidido por el presidente Raúl Castro Ruz, pero, y a veces después del pero suele venir la verdad, no podemos olvidar que según declaraciones oficiales del presidente y autoridades del gobierno estadunidense, lo que cambia con relación a Cuba es la táctica, pero la estrategia continúa. Por ese camino les aseguro que seguirán equivocándose.

En el amplio artículo publicado por La Jornada y con la firma de Jorge Bolaños  hay otros aspectos que El Duende de hoy desea compartir con ustedes. El último de los sondeos realizado en los 50 estados de la Unión entre el 25 de mayo y el 17 de junio por el Chicago Council Survey refleja que 2 de cada 3 estadunidenses apoyan la terminación del embargo. El rechazo se registra tanto en los encuestados que se definen demócratas como los autodeclarados republicanos. Los cifras son: republicanos 59 por ciento, independientes 63 por ciento, demócratas 70 por ciento, y el 62 por ciento opinó que el cambio de política beneficiaria al sector de negocios en Estados Unidos.

«La muestra no deja lugar a dudas de la aproximación positiva que manifiesta la población estadunidense contra el bloqueo a Cuba, que es uno de los impedimentos esenciales que gravitan pesadamente en el camino hacia una eventual normalización de las relaciones. Lo anterior inclina a pensar que Obama cuenta con suficiente endoso político para proseguir valiéndose de sus capacidades ejecutivas y ampliar las flexibilizaciones puestas en vigor a partir del 17 de diciembre, para dejar de restampar su firma anual en la ley de comercio con el enemigo y, al mismo tiempo, si hay voluntad y empeño presionar al Poder Legislativo para reformar o anular el conjunto de sanciones que obstaculizan la normalización de las relaciones y que es auspiciado y custodiado por la contrarrevolución y asociados de la extrema derecha, incluyendo a un grupo de legisladores demócratas de ultraderecha, conocido como los perros azules que por razones de cálculo político o revanchismo no toman en cuenta los esfuerzos de la administración por demostrar que la esencia de la estrategia imperial hacia Cuba se mantiene».

Después de dicho todo esto, más claro ni el agua.

Bambarambay