¡ Al fin… no nos cayó encima !
Finalmente la nave espacial “Progress” llena de abastecimientos para una estación rusa en espacio que sufrió daños y no se podía contener o desviar desde los mandos en la tierra, cayó en el medio del Océano Pacífico y no el algún lugar habitado como estaba dentro de las posibilidades.
Esta alarma pendía sobre nuestras cabezas durante días desde que se conoció que este artefacto estaba al garete en bajada vertiginosa a nuestro planeta.
Ya pasado el peligro, deseamos compartir algunos datos con ustedes sobre probabilidades de que pase algo insólito o esperado. Para que un rayo – caen 22 millones todos los años en la tierra – golpee a un ser humano este chance es de uno en tres millones. Una lotería de varias decenas de millones puede ser de una en 72 millones. Un meteoro sobre una casa es de uno en 182 billones. Esta última es comparable a lo que podía haber sucedido con esta nave espacial, que afortunadamente nunca golpeó algo que no fuera agua inerte.
Seguimos en otras curiosas probabilidades. Ser nombrado Santo, en de uno en 20 millones. Ser astronauta uno en 3.2 millones. Ganar una medalla olímpica, uno en 662, mil deportistas. Tener hemorroides, una de cada 25 personas. Tener un hijo superdotado, uno en 250. Uno de cada 11,500 en la industria fílmica gana un Oscar.
Así mismo que le caiga encima a uno un pedazo de un avión averiado desde al aire, podía ser una vez en diez millones. Posibilidades que el planeta sufra un impacto de letal importancia en cien años es de una en solo 5,000. Y la posibilidad de morir en este accidente es de una en 20 mil. Ahí se las regalo todas para que se pongan a pensar que no todo es tan, pero tan peligroso como lo pintan.
Les habló, “Desde Miami”, Roberto Solís.