A lo puercoespín

Escuche Audio


El secreto fue insuperable. Hace recordar la incógnita de los famosos violines Stradivarius, cuyos sonidos jamás han podido ser imitado por instrumentos similares. Ni la CIA supo de las conversaciones de año y medio entre Cuba y Estados Unidos. Así debió ser o acechantes fuerzas oscuras echarían todo a perder. Washington sumaba 56 años queriendo hacer desaparecer a la Revolución.

El presidente John F. Kennedy y Fidel Castro fueron los primeros que estuvieron cerca de estrechar sus manos. Como ahora, Cuba perdonaba. ¿Alguien no lo cree así? Pues imaginen a un presidente norteamericano que haya sobrevivido a más de cien intentos de asesinato organizados desde la isla vecina, resistido una invasión militar patrocinada por los servicios secretos cubanos, viera como el parlamento destina cada año decenas de millones de dólares para subvertir el orden constitucional en los Estados Unidos, que asesinos a sueldo de La Habana volaran un avión de American Airlines repleto de jóvenes estadounidenses, que Cuba tratara por todos los medios de estrangular la economía de los Estados Unidos de manera de llevar hambre y necesidades al pueblo y que impidiera, entre otras agresiones, la llegada a los hospitales de equipos europeos para salvar vida de niños con cáncer si esos equipos poseían un diez por ciento de componentes de laboratorios de la Isla.

¿Qué dirían el gobierno, la prensa y el pueblo norteamericano de la Isla, fuese ésta socialista o capitalista?.

No es cuento: el cubano, perdona. Raúl Castro, ahora, y Fidel, antes. Públicamente ambos han declarado su disposición de mejorar las relaciones entre las dos naciones, aunque siempre en base al respeto mutuo. Nada de que tú eres grande y yo chiquito y voy a dejar que abuses de mí, pues entonces serías como Goliat y yo como David.

Robert F. Kennedy Jr., hijo del entonces Fiscal General de los Estados Unidos, de su mismo nombre, y sobrino del presidente Kennedy, ha escrito varios artículos sobre el acercamiento entre Cuba y los EE.UU. Señala que el presidente Barak Obama retomó la determinación de JFK para restablecer las relaciones diplomáticas. Recuerda que en noviembre de 1963 su tío envió un emisario a reunirse secretamente con Fidel Castro para discutir las condiciones que pondría fin al embargo e iniciar un proceso de distensión entre ambas naciones.

Eso fue hace más de medio siglo. El sobrino del presidente cuenta que en el otoño de 1962, Kennedy envió a Cuba al abogado James Donovan y a John Nolan, amigo y consejero de su padre Bob, para negociar la liberación de mil 200 prisioneros capturados durante la invasión de Bahía de Cochinos. Donovan y Nolan desarrollaron una amistad cordial con Castro y los tres viajaron juntos por toda la Isla. Dice que Nolan le contó que vieron tantos partidos de béisbol que juró nunca más volver a ver ese deporte. En la navidad de ese año, Fidel Castro le preguntó a Donovan como proceder para normalizar las relaciones con los Estados Unidos. Y la respuesta fue:

“De la manera en que los puercoespines hacen el amor, como mucho cuidado.”

La prensa estadounidense describía a Fidel Castro con los peores epítetos, pero los dos emisarios lo catalogaron como mundano, ingenioso, curioso, bien informado, de impecable apariencia y conversación atractiva. 

John F. Kennedy fue valiente. Aquello era dinamita política ante la proximidad de las elecciones presidenciales de 1964. La ultra derecha consideraría la idea traición infernal.

En agosto de 1963, Kennedy abrió otra vía secreta de contacto con Fidel Castro a través del periodista francés Jean Daniel, director del periódico socialista Le Nouvel Observateur.

 En septiembre, Kennedy solicitó también a William Attwood, un experiodista y diplomático que se reuniera también en secreto con Fidel Castro. El 18 de noviembre, se atrevió a declarar ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que “cada nación es libre de dar forma a su propia institución económica de conformidad con sus propias necesidades y voluntad nacional.

En esos días Jean Daniel andaba con Fidel Castro, quien, refiriéndose a Kennedy, le dijo: “Él todavía tiene la posibilidad de convertirse, a los ojos de la historia, en el más grande presidente de los Estados Unidos, el líder que puede por fin entender que puede haber coexistencia entre capitalistas y socialistas, incluso en el continente americano. Sería entonces un presidente aún mayor que Lincoln.”

Pero cuatro días después de sus palabras en la SIP, el 22 de noviembre, Kennedy fue asesinado en Dallas, Texas.

 Según Robert F. Kennedy Jr., si su tío hubiera sobrevivido para cumplir una segunda administración, el embargo ya estuviera levantado hace medio siglo. 

Barack Obama negocia hoy con Raúl Castro la normalización de relaciones. No hay violines Stradivarius, al menos todavía, enalteciendo el acontecimiento. Algo lógico después de más de medio siglo de leyes y agresiones permanentes contra la Isla. Más si se recuerda lo que a Fidel dijo James Donovan, uno de los enviados secretos de Kennedy, ante la diplomática pregunta del líder cubano de cómo proceder para normalizar las relaciones:

 “De la manera en que los puercoespines hacen el amor, con mucho cuidado,” respondió el abogado newyorquino.